Lactosa y azufre para la «fumata»

Se usan en reemplazo del alquitrán y la paja, que se quemaban antiguamente para obtener humo negro y blanco.

La «fumata nera» que asomó ayer y hoy en el Vaticano anunciando al mundo que todavía no se habían conseguido los 77 votos necesarios para elegir al nuevo Papa, lució fuerte e inequívocamente negro.

Como nunca antes, las dos primeras fumatas de Cónclave que reúne en la Capilla Sixtina a 115 cardenales electores no dieron lugar a dudas, gracias a un nuevo sistema especialmente preparado.

El humo, en efecto, no llega de la estufa en que se queman las papeletas de votación sino de otra muy estudiada para dar al humo el color apropiado.

Entre los componentes que permiten obtener el humo negro figura el azufre, y ya se vio en dos ocasiones -ayer y esta mañana- que funciona bien desde el primer momento.

Para el humo blanco, en cambio, se agregará lactosa. De este modo, el azufre y la lactosa se usan ahora en reemplazo -respectivamente- del alquitrán y la paja.

A partir del Cónclave de 2005 -informó el Vatican Information Service (Vis)- para distinguir mejor el color del humo se utiliza un aparataje auxiliar además de la estufa tradicional en que se queman las papeletas.

En ese aparato, instalado al lado de la estufa tradicional, hay un compartimiento con una ventanilla, a través de la cual, según el resultado de la votación, se colocan los ingredientes para dar color al humo.

Este aparato se enciende desde una central electrónica y funciona durante algunos minutos durante la quema de las papeletas.

El Vis detalló que para el humo negro, además del azufre, se incluyen perclorato de potasio y antraceno. Para el blanco se agregan lactosa, colofonia (resina sólida proveniente de la destilación de la trementina) y una resina natural de color amarillo obtenida de las coníferas.

Fuente: Clarìn