Ramón no sólo elogió al portugués sino que se puso a la altura de “The Special One”. “Me gusta su estilo”, admitió el Pelado en una entrevista al diario Marca.
Conmigo, River no se iba a la B. Si fuera Passarella, me habría ido a buscar antes. No pienso en otra cosa que en ser campeón”. “No soy el mejor del mundo, pero creo que no hay nadie mejor que yo. Si ni siquiera Jesús le caía bien a todo el mundo, imagínense yo”.
La primera frase pertenece a Ramón Díaz. La segunda, a José Mourinho. En el primer vistazo comparativo entre ambos entrenadores, la mayor similitud que puede encontrarse es su elevado ego, la sensación de omnipotencia que transmiten en sus gestos, en sus palabras y hasta en sus decisiones. Son ganadores. Se sienten ganadores. Y se lo hacen saber al mundo.
El éxito los une. Aunque hay muchas diferencias que los separan. Mou es profesionalismo extremo, análisis metódico, táctica, obsesión, practicidad. Ramón es potrero, intuición, picardía y paladar negro. Sin embargo, el hombre que el domingo volverá al banco de River se siente identificado con su colega del Real Madrid. “Me gusta el estilo de Mourinho. Es un grandísimo entrenador. Es un ganador y yo siempre fui igual”, le dijo el riojano al diario español Marca, donde también repitió que “me gustaría ser el Furguson de River”. Otro punto en común entre el Pelado y “The Special One” es el histórico y prestigioso puesto que ocupan. Aunque Ramón arrancó su carrera en el banco de River por herencia de su trayectoria como jugador y el míster se hizo de bien abajo. Luego de ser un futbolista casi amateur, se graduó como profesor de Educación Física y comenzó haciendo informes para un equipo que dirigía su padre (Rio Ave FC). Por su arduo trabajo y convicción, en los inicios de los 90 llegó a ser ayudante del inglés Bobby Robson en el Sporting de Lisboa, Porto y Barcelona. Se quedó en el Barsa como asistente del holandés Louis van Gaal, pero su carrera como entrenador principal recién comenzó en el Benfica, en el 2000. Desde ahí, el portugués no paró de cosechar éxitos. Mientras que esa altura Ramón ya se había convertido en el DT más ganador de la historia de River (con cinco campeonatos locales, un Libertadores y una Supercopa), Mou empezaba a conquistar Europa con el Porto, el Chelsea y el Inter.
En varios aspectos, Ramón y Mou son como el agua y el aceite. Pero comparten el mismo don: son elegidos. Y así como el portugués se carga la pesada mochila en los partidos determinantes, el riojano actúa de la misma manera en el día a día en Núñez. “Me gusta asumir la presión de la gente y el periodismo para que el jugador haga lo suyo y se divierta”, explicó en su comparación con el entrenador merengue, y remarcó que “me gusta darle toda mi experiencia al jugador”.
La palabras preferidas del Pelado son “exigencia” y “protagonistas”. Y hoy en el mundo no hay un entrenador tan exigente y, menos aún, protagonista como Mourinho. Por eso, el riojano se siente del mismo palo y con el mismo éxito que el portugués. Ya es Ramou, je.
Fuente: Olè