Para viajar en taxi, los porteños deberán desembolsar algunos billetes más. Es que este año aumentarán de forma escalonada un 21 por ciento. Así, la bajada de bandera en junio, cuando se compute el primer 10% de incremento, pasará de 9,10 a 10 pesos y la ficha, que cae cada 200 metros, estará un peso. En octubre, que será la segunda parte de la suba acordada, la bajada se posicionará en los 11 pesos.
El acuerdo lo realizó el Gobierno porteño, más precisamente la subsecretaría de Tránsito y Transporte, con la Cámara que agrupa a los taxis. Desde el sector argumentan que el ajuste es necesario por la inflación, que hace mella tanto en los costos de mantenimiento de las unidades como en los salarios de los choferes. Además, la suba -explican- fomenta la renovación del parque automotor. Actualmente, el promedio de antigüedad de los coches es de tres años.
Se aprobó una suba de 21%, acumulativa en dos partes. Desde junio, sentarse en un taxi ya costará al menos 10 pesos. Será un esquema que también afectará a la tarifa nocturna (de 22 a 6), que subirá de 11 a 12,1 pesos y la ficha se irá a 1,21. En octubre, cuando se aplique el tramo final, la bandera estará 11 pesos y la bajada de noche, 13,31 (la ficha 1,31).
El año pasado también se habían aprobado dos aumentos: un 12% en julio y un mismo porcentaje en octubre. Este transporte, además, es el que más incrementos consiguió en la última década. De hecho, en 2003 la ficha salía solamente 0,14 centavos. Desde esa fecha, hubo cambios de precios que representarán en octubre una suba acumulada del 685%.
La Ciudad tiene otorgadas 37.000 licencias de taxis, pero se estima que circulan unos 28.000 vehículos.
Fuente: La Razòn