Muere el ex espía ruso envenenado en Londres.
26 DE NOV DE 2006.
El portavoz del hospital de Londres ha confirmado la muerte del ex agente de los servicios de espionaje rusos Alexander Litvinenko, supuestamente envenenado hace unas semanas en la capital británica. Litvinenko se encontraba “muy grave”, ingresado en la unidad de cuidados intensivos del hospital University Collage, tras sufrir su salud “un gran deterioro” anoche. Los médicos no han establecido aún las causas de la muerte de Litvinenko.
Litvinenko, de 43 años, se debatía entre la vida y la muerte después de haber sufrido la noche anterior un ataque al corazón.
Litvinenko es un conocido disidente de la política del presidente ruso, Vladímir Putin. Moscú ha negado las acusaciones de amigos suyos que afirman que quiso quitarle de en medio. “Nuestra investigaciones sobre las causas de su estado prosiguen y no estamos dispuestos a hacer otra declaración hasta que tengamos información más concreta”, ha explicado este jueves el portavoz.
Ni rastro de talio
Fuentes del hospital londinense University College Hospital en el que estaba ingresado ya había señalado unas horas antes de comunicar la muerte del ex espía que Alexander se encontraba luchando entre la vida y la muerte en la Unidad de Cuidados Intensivos. Además, en el último parte médico el hospital rechazó de plano la probabilidad de que Litvinenko hubiese sido envenenado con talio (un elemento tóxico muy volátil imposible de detectar ya en su organismo y capaz de causar la muerte con sólo un gramo), como se pensó en un primer momento.
El director de cuidados intensivos del University College, de Londres, Geoff Bellingan, señaló, además, que pese a las intensas pruebas realizadas, no está claro qué es lo había causado el grave estado de Litvinenko, quien había perdido el cabello y sufría un grave deterioro de su sistema inmunológico. La radiotelevisión pública británica informó ayer de que las pruebas realizadas a Litvinenko indican que se tragó tres objetos extraños. En este sentido, los médicos que le atendían han descartado que fuese metal. «Estamos ahora convencidos de que las sombras que aparecen en los rayos X fueron causadas, como es de esperar, por azul prusiano, un agente terapéutico no tóxico que le fue administrado como parte de su tratamiento», aclaró el doctor Bellingan ayer por la tarde.
Scotland Yard investiga
Litvinenko -ex agente del Servicio Federal de Seguridad (antiguo KGB soviético) y refugiado en el Reino Unido desde el 2000- estba custodiado por la policía durante su ingreso hospitalario. La investigación del supuesto envenenamiento está en manos de Scotland Yard, que lleva a cabo «extensas pesquisas» para establecer la causa de la enfermedad del ex agente.
Litvinenko, que pidió asilo en Reino Unido en 2000, enfermó tras mantener una reunión secreta en un restaurante japonés con Mario Scaramella, un profesor universitario italiano con buenos contactos en el mundo del espionaje. Según cuentan medios británicos, Scaramella le facilitó nombres de las personas que podrían estar involucradas en el asesinato de la periodista rusa Anna Politkovskaya, que Litvinenko estaba investigando.
El Servicio de Espionaje Exterior (SVR) de Rusia ha negado cualquier implicación en el aparente envenenamiento de Litvinenko. «Todas las acusaciones vertidas contra el SVR parecen, como mínimo, poco convincentes», declaró Serguéi Ivanov, jefe de prensa del SVR, a la agencia Interfax.
elpais.com
Aleksandr Litvinenko
wikipedia.org:
Aleksandr Valtérovich Litvinenko (en ruso: Александр Вальтерович Литвиненко; Vorónezh, URSS, 4 de diciembre de 1962 – Londres, 23 de noviembre de 2006) fue un teniente coronel del KGB que murió envenenado en extrañas circunstancias.
Nacido en 1962 en la ciudad rusa de Vorónezh, a 300 km de Moscú, Litvinenko fue llamado a filas en 1980 y en menos de 20 años ascendió de soldado raso a coronel. En 1998 denunció una serie de irregularidades del Servicio Federal de Seguridad (FSB), convirtiéndose en uno de los máximos opositores del presidente ruso Vladímir Putin. Indicando ser perseguido en su propio país, pidió asilo político en el Reino Unido. En otoño de 2001 publica en Nueva York su libro Rusia dinamitada: Tramas secretas y terrorismo de Estado en la Federación Rusa, que sirvió de base para el guion de la película francesa Atentado contra Rusia.
En el 2006 obtuvo la nacionalidad británica. Falleció el 23 de noviembre de 2006,1 después de ser envenenado con polonio-210 radiactivo.2 Aunque inicialmente se pensó que había sido envenenado con talio, también se encontraron trazas de polonio-210 en cuatro lugares londinenses, en su casa en Muswell Hill, un hotel en Grosvenor Square, un restaurante donde habría ingerido la sustancia radiactiva, y en el estadio de fútbol del Arsenal FC, el Emirates Stadium.3 Según dijo, investigaba la muerte de la periodista Anna Politkóvskaya y más casos de asesinatos y torturas en Chechenia. Dos días antes de su muerte, Litvinenko le dictaba una declaración a su amigo, Alex Goldfarb, quien es también presidente del Civil Liberties Fund de Boris Berezovsky, donde culpaba a Putin de su asesinato:
Quiero agradecer a muchas personas. A mis doctores, enfermeras y el plantel del Hospital que hizo todo lo posible por mí, a la policía británica que está investigando mi caso con vigor y profesionalismo y vela por mí y mi familia.
Quiero agradecer al gobierno británico por cuidarme. Estoy orgulloso de ser un ciudadano británico.
Quiero agradecer al público británico por sus mensajes de apoyo y el interés que ha mostrado hacia mi situación.
Agradezco a mi esposa Marina, que se ha quedado conmigo. Mi amor para ella y nuestro hijo no conoce límites.
Sin embargo, estando aquí puedo oír el aleteo de las alas del ángel de la Muerte.
Podría escaparme de él, pero mis piernas no corren tan rápido como me gustaría.
Por lo tanto, pienso que tal vez es el momento de decir unas cosas a la persona que es responsable de mi actual situación.
Podrá lograr silenciarme, pero todo silencio tiene su precio. Ha mostrado usted ser tan bárbaro y despiadado como afirman sus más duros críticos.
Ha mostrado usted no tener respeto por la vida, la libertad o algún valor de la civilización.
Ha mostrado usted ser indigno de su oficio, ser indigno de la confianza de hombres y mujeres civilizados.
Podrá lograr silenciar un hombre pero el aullido de protesta, Sr. Putin, retumbará en sus oídos por el resto de su vida.
Que Dios se apiade de usted por lo que ha hecho, no sólo a mí sino a la amada Rusia y su pueblo.
Vladímir Putin declaró lamentar la muerte de Litvinenko, negó cualquier relación con la misma, y dijo lamentar su utilización con fines de provocaciones políticas. El mandatario ruso declaró ofrecer la colaboración del FSB en la investigación sobre la muerte de su ex agente.
En enero de 2007 el diario polaco Dziennik reveló que el retrato de Litvinenko era usado como blanco de tiro en los polígonos de entrenamiento de las tropas especiales rusas «Vityaz». Los blancos fueron fotografiados durante la visita del Presidente de la Duma Serguéi Mirónov el 7 de noviembre de 2006, dos semanas antes de la muerte de Litvinenko.
Cuando el Ministro de Defensa de Rusia Serguéi Ivánov comentó una nueva ley para que «Rusia tenga el derecho a realizar ataques preventivos contra bases de militantes en el exterior» y que «en estos ataques preventivos usaremos de todo, excepto armas nucleares», Litvinenko afirmó: «¿Ustedes saben a quienes es que ellos se refieren al decir «bases terroristas en el exterior»? Se refieren a nosotros, a Zakaev, a Boris, y a mí».
Las autoridades británicas determinaron que el ex espía ruso Andréi Lugovói fue el que envenenó a Litvinenko, y el 23 de mayo de 2007 pidieron su extradición. Putin, a pesar de haber ofrecido su colaboración, se negó. Rusia argumentó que su Constitución no permite la extradición de ciudadanos rusos y que no existe un tratado de extradición entre Rusia y el Reino Unido. Dicha negativa desencadenó una crisis diplomática durante la cual el Reino Unido expulsó a 4 diplomáticos rusos, y a su vez Rusia contestó con la expulsión de 4 diplomáticos británicos.
El Reino Unido sugirió a Rusia cambiar su Constitución.9 La sugerencia fue duramente criticada por Moscú.