Lo habían derivado a una sala común, pero reingresó a terapia intensiva. Algunos allegados organizan una movilización a través de las redes sociales. Siguen sin hallar al agresor. Y tampoco hay pistas de la camioneta robada
Los familiares de Alvaro Federico Vaca (45) se esperanzaron este fin de semana con su traslado a una sala común del hospital Rossi, pero las buenas nuevas -las primeras desde que el viernes pasado fue baleado a quemarropa por el ladrón que se llevó su camioneta- se disiparon cuando los médicos decidieron reingresarlo a terapia intensiva.
Allegados al abogado aseguraron a Trama Urbana que «en las últimas horas se complicó su cuadro de salud», ya de por si complejo por la intervención a la que debió ser sometido para extirparle el vaso y por los graves daños que el proyectil 9 milímetros le causó en su aparato digestivo. Mientras la Policía sigue tratando de identificar al responsable del brutal asalto, algunos amigos de Vaca están organizando a través de las redes sociales una movilización en reclamo del esclare-cimiento del hecho.
«Los tiempos de la justicia no van de la mano con la gravedad de lo que pasó. No es posible que un hombre como Alvaro esté peleando por su vida, simplemente por tener una camioneta», lamentó un amigo de la víctima.
Vaca fue atacado alrededor de las 9 de la mañana del viernes pasado, poco después de que salió de su casa de City Bell junto a sus dos hijos. A la menor la dejó en la escuela y siguió camino con Agustín, de 13 años. Antes de dejarlo en la vivienda de la abuela para ir a su trabajo en la AFIP, Alvaro pasó a dejarle una documentación a una colega, en 34 entre 1 y 2.
Bajó, dejando las llaves puestas. Y el nene lo esperó en su camioneta Honda Civic CRV, a donde instantes después se subió un perfecto desconocido que, arma en mano, le ordenó a Agustín que descendiera. El chiquito lo hizo y corrió en sentido contrario a donde estaba su padre, por lo que se supone que el abogado creyó que el delincuente todavía lo tenía a su merced. Corrió hacia él y en un forcejeo recibió un tiro en el abdomen.
El agresor escapó a toda velocidad en la Honda Civic, por 1 hacia 32 y de ahí en dirección a la subida de la Autopista. Hasta ahora no lo encontraron. A la camioneta tampoco. Alvaro pelea por su vida. Y quienes lo quieren, por Justicia.
Fuente: Diario Hoy