Rossi sumó 2 diputados y ya tiene 134 para bajar a sesionar, cinco más que el quórum. Pero debe evitar cualquier contratiempo y para eso el lunes todo el bloque oficialista debe aterrizar en Buenos Aires y llegar bien temprano el miércoles. La clave estará en los monobloques.
Agustín Rossi tiene la garantía de 134 diputados que el miércoles darán quórum y sancionarán el proyecto que avala el acuerdo de Argentina con Irán para crear una comisión conjunta que investigue el atentado a la AMIA.
“Vamos a tener quórum y la mayoría necesaria”, aseguró recién este viernes el jefe del bloque kirchnerista. Sabía que había sumado dos diputados a los 132 que tenía contabilizados el martes entre propios y aliados y lo tuvo nervioso el resto de la semana.
Es que era demasiado poco tratándose de la primera sesión del año, sobre todo porque varios son aliados de monobloques que hasta el año pasado servían para engrosar las filas pero no eran decisivos.
Entre ellos el más incondicional es el salteño Walter Wayar, pero para el miércoles también cuentan a la catamarqueña Mariana Veaute, del Frente Cívico y Social; a la también salteña Cristina Fiore, del Partido Renovador; a Juan Carlos Forconi, cercano a Jorge Obeid.
Con menos esperanza puntean además a los fueguinos Liliana Fadul y Jorge Garramuño y el sindicalista Rubén Ledesma. Aunque no lo digan, saben que el salteño Alfredo Olmedo puede darles una mano.
Las peleas del Gobierno con gobernadores y sindicalistas y la partida de varios diputados a cargos provinciales complicaron el número.
Hasta el año pasado el kirchnerismo tenía 116 propios pero fue decayendo: Jorge Yoma, Facundo Moyano y Omar Plaini hacen la suya. También Blanca Blanco de Peralta, la esposa del gobernador de Santa Cruz, enfrentado a Cristina.
En el kirchnerismo no los cuentan y recién el lunes les preguntarán qué hacer. Para ese día, Rossi pedirá saber si cada diputado del bloque K está en su casa y evitar sufrir por demoras en los vuelos.
También se hará un peine fino por los aliados de siempre: los siete santiagueños, los tres neuquinos y los cuatro de Nuevo Encuentro, donde ya no puede sentarse Martín Sabbatella, de licencia para asumir en el Afsca.
Las otras bajas eventuales son la tucumana Beatriz Mirkin, que renunció para sumir como ministra de Desarrollo Social de Tucumán; y el chubutense Carlos Eliceche.
El caso de Eliceche ya mueve a todo el bloque. Juró hace dos semanas como jefe de Gabinete de Chubut y presentó un pedido de licencia con goce de sueldo, que debería ser tratado mañana.
Formalmente tiene dos cargos (algo prohibido por la ley de ética pública) por lo que para las autoridades del bloque podría sentarse en su banca si es necesario.
El teléfono de Felipe Solá también sonará el lunes, aunque con pocas esperanzas de que ayude con el quórum junto a sus fieles Raúl Rivara y Roberto Mouillerón.
Fue el compromiso que tomó en la sesión en la que se aprobó el traslado de fondos de la Banco Ciudad a la Nación, a la que se opuso.
“¿Cuál es el objetivo de esta ley? Joder, joder y joder. Nosotros no jodemos. Damos quórum como lo haremos en todas las discusiones, provengan de la oposición o del oficialismo. Sin embargo, votaremos en contra de la iniciativa, porque nuestra intención es defender lo que está bien hecho”, dijo ese día.
En el bloque K dicen que su cercanía a Sergio Massa lo obliga ahora a dar mensajes más claros.
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