Moscú, 15 feb (PL) El meteorito destruido hoy en territorio de los Urales difiere en naturaleza y dimensión respecto al famoso fenómeno de Tunguska, en Siberia, de inicios del pasado siglo, según consideraciones de científicos.
El cuerpo celeste, que cayó este viernes en una zona cercana a la región de Cheliábinsk, cede significativamente en dimensión y en energía desprendida tras la explosión, frente al meteorito de Tunguska, una leyenda cósmica del siglo XX, sostienen los expertos aquí.
Se trata de explosiones diferentes por completo, observó el director del observatorio astronómico de Zvenigorod, Serguei Barabanov, en medio de diversas polémicas sobre el fenómeno astronómico.
El cuerpo de Tunguska, que cayó en el oeste de Siberia el 30 de junio de 1908, explotó en el aire, a una altura elevada, mientras que este, a juzgar por las informaciones obtenidas, originó varias explosiones, al caer a la superficie terrestre, constató Barabanov.
Dijo que esa es precisamente una característica de los meteoritos rocosos, mientras que el que cayó sobre la taigá (el bosque soberiano) era una mezcla de sustancias gaseosas de cometas.
En sentido general, el fenómeno ha concitado polémicas entre los astrónomos rusos, pues unos ven al meteorito de Cheliábinsk como un anticipo del asteroide 2012 D14, cuyo paso cerca de la Tierra está programado para hoy, con un peso de 130 toneladas, estimado como el más grande que jamás se haya aproximado al planeta, desde que se realizan las observaciones modernas.
Otros, en tanto, niegan cualquier relación entre ambos cuerpos celestes, sobre la base de que los asteroides viajan solos, mientras los meteoritos son un enjambre que se repite constantemente.
Hay coincidencias en la comunidad científica en que por el momento no se puede definir una conclusión por la falta de datos confiables.
El vuelo del meteorito de los Urales en su trayectoria hacia la Tierra no fue detectado, de ahí que los especialistas recaban todo tipo de datos e investigan las imágenes tomadas por testigos, en su caída, así como otras informaciones precedentes, apuntó Barabanov.
De cualquier manera, el fenómeno de los Urales, como ya es conocido, ha tenido un impacto mayor mediático, gracias a las redes sociales y a las herramientas modernas audiovisuales, y no deja de ser un evento astronómico curioso y raro.
Reportes de última hora dan cuenta de la cifra de 514 lesionados y 112 hospitalizados a causa de cristales rotos por las explosiones provocadas por el bólido de piedra al caer, certificó la portavoz del Ministerio de Situaciones de Emergencia, Irina Rossius.
Más de un centenar de personas han requerido ser internadas, de las cuales 82 son niños, puntualizó la funcionaria.
Poco a poco la situación en Cheliábinsk retorna a la normalidad, pero el fenómeno astronómico originó un corte en el suministro de gas y las interrupciones del sistema de avisos de emergencia, según un reportaje del Primer canal de la televisión.
El material mostró imágenes de ventanas rotas en edificios residenciales y públicos, escuelas y hospitales, y una fábrica, como la edificación más afectada, que sufrió derrumbes del techo y dos paredes.
De acuerdo con la agencia Interfax, el meteorito cayó al parecer en un lago, a un kilómetro de la ciudad de Chebarkul, en la región de los Urales, basado en datos del sitio del gobierno regional.