Un mes de cortes en Recoleta por el nuevo circuito del TC 2000

Desde marzo, las obras serán en Figueroa Alcorta y Libertador, dos avenidas clave para ir y volver del Centro. Se suman a los trabajos de la línea H y del Metrobús en la 9 de Julio. La fecha se correrá en Semana Santa.

Por segundo año consecutivo, las calles porteñas serán escenario de la primera fecha del TC 2000. Será a fines de marzo, el último fin de semana, el de Semana Santa, y en lugar de realizarse en el entorno del Obelisco como en la edición del año pasado, esta vez, los motores sonarán en las calles de Recoleta. El circuito, que se correrá principalmente por las avenidas Libertador y Figueroa Alcorta, será montado desde los primeros días de marzo y, tal como en 2012, se prevén problemas de tránsito en una zona afectada por las recientemente canceladas obras de la estación Plaza Francia de la línea H del subte y por las del Metrobús en la 9 de Julio.

Entre los motivos de la mudanza de la competición, se encuentran los problemas al tránsito que generó el trazado por la 9 de Julio, Diagonal Norte y Avenida de Mayo. Pero es imposible repetir el circuito por esa avenida debido a los trabajos del Metrobús.

El circuito de Recoleta, de 3,2 kilómetros de longitud, pasará por las calles Ayacucho y Tagle y las avenidas Libertador y Figueroa Alcorta. Serán 28 vueltas de vehículos a más de 200 kilómetros por hora el sábado 30 (la clasificación) y el domingo 31 de marzo (la carrera), en Semana Santa. El tránsito en la zona quedará cerrado desde la noche del viernes 29.

Al respecto, Facundo Carrillo, funcionario macrista a cargo de la Comuna de Recoleta, desestimó que haya grandes problemas de tránsito porque “la mayor parte de la construcción del circuito permitirá la circulación. Se hace de a poco, con carriles reducidos. Se va dejando al costado y recién sobre el final se cierra todo”. De todas maneras reconoció a La Razón que puede haber complicaciones en horas de la mañana o de la tarde, cuando el tráfico es mayor. Además consideró que “los afectados son pocos, porque los fines de semana muchos vecinos se van. Si alguno se queja es más que nada por la contaminación sonora, pero al tener parque en ambos lados el impacto es bastante menor”.

Fuente: La Razòn