”Para que se haga, los rusos deberán volver a la oferta inicial”, dijo el dirigente. En tanto, para agudizar las diferencias, el presidente Cogorno afirma que van a seguir negociando.
El reloj marcaba las 22.15 de ayer. Luego de la esperada reunión de Comisión Directiva, que duró más tres horas, el vicepresidente de Racing, Rodolfo Molina, no titubeó ante el llamado de Clarín: “Hoy por hoy el pase de Centurión está caído. Para que se haga, los rusos deberán volver a la oferta inicial”. Las noticias que llegaron desde Europa por la tarde, donde se encontraba el secretario general Christian Devia (anoche regresó al país), indicaron que los dirigentes del Anzhi de Rusia no respetaron “punto por punto” el proyecto de contrato estipulado y, por eso, con esas nuevas condiciones, la venta al momento queda sin efecto.
Fueron horas de tensión porque la reunión fue caliente, según confió una alta fuente. “Hubo muchas discusiones subidas de tono, como nunca habían sucedido”, dijo el imformante. Casi en simultáneo, el presidente del club, Gastón Cogorno, reconocía las diferencias aunque aclaró que la “negociación no está caída completamente”. El ir y venir de la novela Centurión expone al límite la interna que existe en la cúpula dirigencial de Racing. Presidente por un lado, con sus laderos y aliados de ocasión; y vicepresidente por el otro, con su séquito siempre fiel. Declaraciones, desmentidas, posturas para afuera y una feroz pelea que crece día a día es lo que se esconde detrás de la posible venta de Centurión.
Es un secreto a voces: Molina no quería desprenderse de ningún futbolista porque tiene como objetivo principal coronar el proyecto con un título. Por su parte, Cogorno desea que al club le ingrese una suma de dinero importante para moverse con más solvencia, con dólares en la caja. Dicen que la gota que rebasó el vaso fue la muerte de Nicolás Pacheco en la sede de Villa del Parque. La relación entre ambos dirigentes, a esta altura, parece no tener retorno y cualquier chispa podrá devenir en fuego.
De todos modos, hay que aclarar que efectivamente existen irregularidades entre lo hablado entre Racing y Anzhi y lo que finalmente se redactó en el proyecto de contrato. “En estas condiciones el pase no se hace, lo que no quiere decir que esté totalmente caído”, manifestó Cogorno, bajándole el tono a la noticia. La diferencia sustancial radica en cuándo se abonará la segunda cuota. Los rusos pretenden que sea luego de tener el alta definitivo. Desde Racing refutan que lo acordado en un principio no se supeditaba a los resultados de la cirugía. “Si lo compran, lo operan ellos. ¿Qué incidencia tenemos nosotros si, por ejemplo, la intervención sale mal? Ninguna”, dijo un alto dirigente.
El representante de Centurión, Eduardo Rossetto, fue más cauto. “Me parece pertinente la objeción que hizo Racing. Los dirigentes argentinos hicieron saber por escrito su descontento. Este revuelo se generó porque los rusos no contestaron de inmediato. Igual, por lo que yo tengo entendido, van a terminar aceptando la propuesta. Yo hablaría de estancamiento: mientras las negociaciones sigan, el pase no está caído”, explicó Rossetto.
Según le reconoció Molina a esta diario, en este momento Centurión pertenece a Racing y está a disposición del club. El criterio de Molina es real aunque esconde algunos asteriscos. Hoy por hoy, el pase está caído ya que no se respetaron los términos establecidos. Sin embargo, tal como lo afirmó Rossetto (quien prefiere hablar de estancamiento porque va a continuar negociando), hay tiempo hasta el 27 de febrero, a las 16.30 (fecha límite en que cierra el libro de pases en la Liga de Rusia) para encauzar la transferencia.
Desde el entorno del futbolista aseguran que la decisión final se dará a conocer el 20 de febrero. A última hora, un allegado a Centurión le confió a Clarín que el pase “aún sigue en pie en un 80%. Es más, hasta el propio Grondona llamó a Cogorno para decirle que le iba a hacer un monumento si la concretaba la operación en esa suma“.
Fuente: Clarìn