El imputado, de 54, vive al lado de la nena, en Ensenada. La Policía lo sorprendió en una 4×4 y escapó. Tiró a la pequeña en 1 y 60 y siguió, hasta que lo atraparon con los pantalones bajos
“Me agarró del brazo a la fuerza y me subió a la camioneta. Le pregunté a dónde me llevaba, pero no me contestó. Vi que llegamos a un bosque, se bajó los pantalones y calzoncillos. Yo lo conozco, es mi vecino”. El crudo relato en primera persona pertenece a una nena de 11 años que vive en Ensenada. Estremece, aunque a ella se la ve con fuerza y dispuesta a no permitir que el responsable salga impune.
De acuerdo a la versión oficial y de la propia niña, la historia empezó el lunes a la noche, cuando ella fue a hacer unos mandados por el barrio.
La menor -de la que se reserva su identidad- estaba en la puerta de un comercio, cuando la abordó el sujeto que ahora permanece detenido. Eran las 20.30 y “estaba en la casa de una amigas, fuimos a hacer unas compras para la mamá de una de ellas y en la puerta estaba el señor con su camioneta”, contó a Trama Urbana.
El señor es nada y nada menos que su vecino de toda la vida, que vive pegado a su casa de Remedios de Escalada y Perú. Un maestro mayor de obras de 54 años al que se cruza cuando sale a jugar con sus amiguitas o va al colegio.
“Cuando llegamos al bosque se empezó a desnudar. Me quiso tocar, pero yo me defendí y le empecé a pegar trompadas y patadas. Justo ahí llegó un policía, él arrancó la camioneta y casi chocamos con otro auto”, relató la víctima. Cerca de las 21, personal motorizado de la Departamental La Plata vio una camioneta Ford Ranger 4X 4 en 122 y 52, estacionada en la zona oscura de la arboleda de esa zona. Un efectivo golpeó el vidrio y el conductor se fugó a toda velocidad.
Tomó 122, luego avenida 60 y al llegar al cruce con avenida 1 aminoró la marcha. “Me abrió la puerta y me tiró del auto en movimiento, caí sobre un árbol, pero como no iba a mucha velocidad no me lastimé”, contó la pequeña. Una pareja fue a su encuentro y la refugiaron en la sede de Infantería.
Mientras tanto, se expandió el alerta a todas las comisarías con jurisdicciones en la periferia, como así también al grupo GAD. Efectivos de la comisaría Novena prosiguieron la persecución, que continuó por calle 50, 122, 50, 126 y por 43 hasta Ensenada. Finalmente, en la calle Andrade y Echeverría, la Ranger fue interceptada por un móvil del grupo GAD, cuyo personal descubrió al conductor con su cinturón desabrochado y los pantalones bajos, informó la Policía. Interviene la fiscal Ana Medina.
“Ahora estamos con miedo, queremos que haya justicia y que quede preso”
Los ojos se le nublan hasta al borde del llanto al escuchar a su hija contar el horror por el que pasó horas antes. Agradecida con el policía que salvó a su hija, ahora va por más y quiere una sola cosa: justicia.
“Vivir con el violador al lado sería vivir con miedo todo el tiempo. Es vivir con el temor a que mis nenes salgan y les vuelva a pasar esto. Acá hay una solución, que haya justicia y quede preso”, sentenció Carolina (foto), madre de siete chicos.
“Cuando me enteré de quién era lo quise matar, porque es mi vecino de toda la vida y conoce a mis hijos desde que son bebés. Me lo crucé en la comisaría y le grite : -violador hijo de puta, me la vas a pagar.”, contó. “Por suerte por el momento está detenido y tengo confianza en que no va a salir”, aseguró.
Más calmada, Carolina recordó una situación que recién ahora le llamó la atención. “De vez en cuando mi vecino le daba plata a mi hija. A veces 10 pesos, otras 20 e incluso hasta 100. Ahora caigo en la cuenta de que estaba preparando el terreno”, especuló.
El sospechoso quedó detenido por “privación ilegal de la libertad” e “intento de abuso sexual y fue alojado en la Alcaidía 2. Por el momento no se constaron antecedentes de abuso sexual, aunque los investigadores averiguan si en su Chaco natal -de donde vino hace 25 años- protagonizó hechos similares
Fuente: Diario Hoy