Mostraron su potencial en el 3-0 a Independiente; los Rojos sufren: «Cada vez que nos atacan nos hacen un gol», dijo Montenegro
Boca respira. La solución a sus problemas veraniegos pasaba por Juan Manuel Martínez. El Burrito destrabó al equipo dirigido por Carlos Bianchi de mitad de cancha para adelante. Y contó con la ayuda de un compinche conocido: Santiago Silva, ex compañero de ataque en Vélez. Ellos fueron los nombres del gol frente a Independiente en Mar del Plata, en un partido que dejó a los Rojos tocados en su orgullo y preocupados por un futuro sin margen para el error.
La noche del Burrito sirvió para callar bocas escépticas y desconfiadas. Movedizo y encarador, fue la peor pesadilla de los cuatro defensores de Independiente. Silva hizo el juego sucio, al que está acostumbrado desde hace años: se peleó con los zagueros, protestó y luchó. Uno aportó el talento; el otro, sacrificio. Conclusión: se complementaron a la perfección y Boca los disfrutó juntos por primera vez.
«Ojalá les vaya bien a los dos», se esperanzó el DT, Carlos Bianchi, en relación con sus goleadores. «Eso significaría que le va a ir bien al equipo», agregó el entrenador. «Son dos atacantes importantes, interesantes, y si rinden lo que uno pretende el equipo se va a sentir muy cómodo», presagió. Sobre Martínez, Bianchi precisó: «Es un jugador al que fuimos a buscar porque es muy interesante. Boca pagó una linda suma [US$ 3,2 millones por la mitad del pase] para tener un atacante de su nivel. Yo creo que puede postularse para estar entre los mejores atacantes de este tiempo», elogió el Virrey.
Martínez, por su parte, calificó su presentación en Boca como «el debut soñado». El ex Vélez, que proviene de Corinthians (Brasil), añadió, en referencia al ataque de Boca: «Marqué dos goles, pero gracias a Silva, que participó en las jugadas. En la primera me habilitó y en la segunda se llevó las marcas y me generó el espacio. Tal vez eso la gente no lo ve: es una ventaja el conocimiento que tenemos por haber jugado juntos en Vélez. Somos una linda sociedad», se alegró el Burrito.
El 0-3 a orillas del mar, por su parte, dejó preocupado a Independiente. «Cada vez que nos atacan nos hacen un gol», protestó el capitán de los Rojos, Daniel Montenegro. Y agregó: «La situación es delicada. Si no hacés goles, no ganás. El tema es que cada error nuestro es un gol del rival. Tenemos que corregir eso y empezar a meterla», reconoció el Rolfi.
MENDOZA, EN ALERTA
La provincia cuyana dispuso un operativo con 1500 efectivos para el superclásico de mañana. Habrá controles de identidad, alcoholemia y drogas. Para un mayor control, sólo se vendieron 33.000 tickets, ocho mil menos que en 2012..
Fuente: La Naciòn