El jefe de Gobierno de la Ciudad aseguró que continúa trabajando en sumar dirigentes nuevos a su espacio político. Además, habló sobre las diferencias ideológicas con su padre, Franco, cercano al kirchnerismo: «Está tremendo»
Ya está en campaña. Pero no para las elecciones legislativas de este año, sino para ser el sucesor de Cristina Kirchner en la Casa Rosada.
Macri sabe que tiene tres años para armar un aparato que le permita llegar a los comicios presidenciales con chances reales de ganar. Y para eso busca seducir al «nuevo electorado» que, aseguró, ahora vota al proyecto del candidato y no a un partido.
«Siempre hay que sumar dirigentes, sobre todo si son valiosos. Más del 50% de la gente que va a votar en 2015 tiene menos de 40 años, y va a votar por lo que le busca, por la persona, no por ser peronista o radical», aseguró por Radio 10.
El jefe de Gobierno porteño nombró a cada uno de los nuevos dirigentes que se han sumado al PRO en el último tiempo, como el ex árbitro Héctor Baldassi, el ex corredor de autos, Eduardo «Lalo» Ramos, o el humorista Miguel del Sel.
Macri aseguró que tiene tres años «para seguir construyendo un equipo de primer nivel», y destacó el valor de la Fundación Pensar, el think tank macrista.
«No podemos seguir haciendo las cosas después de 2015 con los mismos que han estado hace 30 años. Por eso sigo trabajando para convencer a más gente como lo hice hace 10 años cuando salí de Boca», sostuvo.
Luego de asegurar que «una sola persona no puede hacer milagros», Macri también tuvo un párrafo aparte para la relación que mantiene con su padre, el empresario Franco Macri, muy cercano al kirchnerismo.
«Mi viejo es más difícil de convencer, es tremendo. Son cosas que tienen que ver con la relación entre padres e hijos, son posiciones que se exageran pero trato de tomarlo con humor», dijo el líder del PRO.
Fuente: Infobae