Netanyahu ganó las elecciones en Israel, pero perdió poder en el Parlamento

El primer ministro israelí triunfó con 31 bancas (11 menos que las que tenía), y los partidos de centro e izquierda ganaron terreno en el mapa político; ahora el oficialismo deberá sellar alianzas

Sensaciones encontradas son las que vivió Benjamin Netanyahu en el día de ayer. El primer ministro israelí ganó las elecciones generales con 31 diputados y el 99% de las mesas escrutadas. Sin embargo, a pesar de la victoria, ese número de escaño le presenta un incómodo margen que le supondrá mayores complicaciones a la hora de formar gobierno ante el ascenso de los partidos de centro e izquierda y el menor apoyo del esperado para la ultraderecha.

Los resultados reflejan una sorprendente paridad. De los 120 escaños del Parlamento, el bloque de derecha y ortodoxos se quedó con 61, mientras que los partidos de centro e izquierda obtuvieron 59.

De esta manera, y después de una participación récord de votantes (fue del 66%, mayor a la de 2009), el mapa político israelí quedó profundamente dividido.

Por su parte, la gran sorpresa de estas elecciones ha sido la inesperada irrupción del partido de centro Yesh Atid, del conocido ex periodista Yair Lapid, que con las 19 bancas logradas se convierte en segunda fuerza política, superando al histórico Partido Laborista (15).

La formación ultraderechista Habait Hayehudí, del carismático Naftali Bennett, a quien todos los sondeos concedían un imparable ascenso electoral hasta situarse incluso en segunda posición, quedó finalmente en cuarto lugar (11) por detrás de los ultraortodoxos sefardíes del Shas (12).

El partido de Lapid recogió gran parte de los votos del Kadima, principal partido de la oposición en la última legislatura y que ha quedado relegado a unos ínfimos dos escaños.

Con este inesperado panorama, Netanyahu se verá obligado a sellar alianzas con la ultraderecha para volver afianzar su poder en el gobierno.

EN BUSCA DE CONSENSO

Poco después de conocerse los sondeos a pie de urna tras el cierre de los colegios electorales, el primer ministro se apresuró a telefonear a Lapid para decirle que juntos «pueden hacer grandes cosas por el Estado de Israel» y ya ha convocado reuniones para el próximo jueves.

Sin embargo, Lapid evitó referirse a posibles coaliciones durante su breve intervención en la noche electoral y se limitó a afirmar que los ciudadanos de Israel «han dicho no a la política del miedo y el odio, no al radicalismo y a la anti-democracia».

«Esta noche ha recaído sobre nuestros hombros una gran responsabilidad», dijo Lapid ante sus seguidores en Tel Aviv sobre los 19 bancas que finalmente obtuvo.

Netanyahu, que comenzó curiosamente su intervención al mismo tiempo que Lapid, aseguró que ve «muchos socios» para formar «el Gobierno más amplio posible».

«Veo muchos socios para esta misión. Estrecharemos la mano para un Gobierno amplio y, con la ayuda de Dios, triunfaremos juntos», declaró en un breve discurso ante sus seguidores en Tel Aviv.

Asimismo, dijo que desde ayer iba a comenzar a trabajar para formar un Ejecutivo de coalición plural.

«Me han dado la oportunidad por tercera vez de gobernar el Estado de Israel. Es un gran privilegio, pero también una gran responsabilidad», agregó.

Por su parte, la líder del Partido Laborista, Shelly Yajimovich, que cosechó un pobre resultado respecto a sus expectativas, prometió hacer «todo lo posible» para montar una coalición que saque del poder al actual jefe del Ejecutivo.

«Hay muchas posibilidades de que mañana por la mañana [por hoy] Netanyahu no pueda formar Gobierno y haré todo lo posible para que así sea y formar un Gobierno social que lleve a cabo un proceso de paz», dijo a sus seguidores en Tel Aviv, que coreaban «Bibi a casa», en referencia al nombre de pila del primer ministro.

Fuente: Agencias AFP, EFE y Reuters..