Fuertes liquidaciones en los shoppings con rebajas de hasta 50%

Los centros comerciales lanzaron importantes y tentadores descuentos de verano en las principales marcas de indumentaria, calzado y accesorios. Buscan captar a los porteños que no se tomaron vacaciones.

Durante el verano, la gente tiene la cabeza en muchas cosas. Las familias preparan las vacaciones, otros pasan el fin de semana en una pileta, algunos se anotan en una escapada con amigos o también alquilan una quinta para huir del cemento porteño. En ese contexto, los shoppings y los comercios salen a tentar al público que se queda en territorio porteño y ofrecen promociones y rebajas para incentivar al consumo. En algunos casos, los precios se derrumban hasta un 50% del valor original que tenían cuando comenzó la temporada, allá por septiembre.

Los shoppings del grupo IRSA (Alto Palermo, Dot Baires, Abasto, Alto Avellaneda, entre otros) empapelaron la ciudad con afiches tentadores. “Se derriten los precios”, dicen. Y marcan que hasta el 31 de enero se puede conseguir un anticipo de rebajas en las marcas más importantes. Una de las marcas que arrancó con fuertes liquidaciones los primeros días del año fue Cheeky, que otorga descuentos de hasta el 50% en sus productos. “Rickydación” indica Ricky Sarkany, que este año arrancó con hasta un 50% off en productos seleccionados. Christian Lacroix también se suma al listado de firmas que bajaron abruptamente sus precios. Wanama también rebajó algunas de sus prendas, que hoy se pueden comprar a mitad de valor. Las tiendas Falabella siguieron el mismo camino. Otros comercios se animaron a fuertes rebajas, aunque hay que entrar al local y ver la prenda en cuestión para saber cuál es el monto de descuento que se aplicará.

Los porteños, acostumbrados a las promociones que ofrecen los bancos y las tarjetas de crédito con rebajas específicas (en algunos casos llegan al 40%) no son fáciles de seducir. Por eso, ahora los centros comerciales salen a “buscar” clientes con fuertes reducciones de precios para intentar comercializar el stock que les queda.

Durante años, los consumidores se acostumbraron a comprar sólo en aquellos locales que mostraban desde sus vidrieras las rebajas ofrecidas con plásticos bancarios de entidades puntuales. Y este es el motivo por el cual los meses como enero y febrero -en los que muchos acuerdos financieros se encuentran en stand by- resultan aún menos concurridos para todos los shoppings.

En otros casos, los comerciantes minoristas utilizan técnicas distintas. Con disminuciones de precios que también llegan a la mitad del valor original, tientan con rebajas adicionales a aquellos que pagan sólo con efectivo (ni débito ni crédito) y ofrecen productos “pague 2, lleve 3”.

Fuente: La Razòn