Finalmente, ayer se difundió el índice de inflación que los bloques opositores del congreso encargaron a consultoras privadas: 25,6% para el 2012, pasando el tope del 20% esperado por el gobierno
El congreso difundió el índice de inflación alcanzado en 2012, que fue de un 25,6% , quedando con la tasa más alta de la región, superando a Venezuela, que cerró el año con un 20,1% (lo que implica un notable baja ya que había alcanzado un 27,6% en 2011).
Además, la tendencia argentina va con la del resto de sus vecinos latinoamericanos, que durante el año que pasó lograron bajar sus índices de aumentos de precios: Chile pasó de 4,4 a 1,5%, Brasil redujo el 6,5% del 2011 a un 5,8% para 2012 mientras que Perú sólo llegó al 3%.
Pero en casa el coste de vida continúa subiendo y la situación se encuentra oscurecida por las cifras engañosas del Indec, lo que puede afectar seriamente las negociaciones salariales, ya que el Gobierno se niega a admitir los valores reales de la inflación.
Según el índice del congreso, durante diciembre la inflación de diciembre fue de 2,1% y aún no se conocen los números del organismo oficial (se esperan para el día de hoy), aunque es probable que se continúe con la costumbre de reconocer la mitad del aumento real.
Según el Indec, la inflación de noviembre de 2012 fue de 0,9%, mientras que el índice del Congreso duplico esa cifra registrando una suba del 1,81%.
Todo esto desembocará en un punto de extrema conflictividad: las paritarias. En efecto, el reclamo ya excedió a Hugo Moyano y a los sindicalistas opositores, el mismo Antonio Caló, dirigente metalúrgico de la CGT kirchnerista, anunció que planean negociar aumentos salariales de un 25% y una suba superior al 50% del piso del mínimo no imponible de impuesto a las ganancias.
Por supuesto que el gobierno no renunciará a los ingresos obtenidos por ganancias, mientras que la negación de la inflación real será uno de los principales argumentos para acotar los aumentos de haberes.