La moneda se llegó a cotizar en el paralelo a $7.12, la mayor demanda está relacionada con el turismo de esta época.
El dólar paralelo se disparó otros siete centavos a $ 7,10 para la parte compradora y a $ 7,12 para la vendedora debido a la mayor demanda por motivos turísticos. De este modo, la brecha con el billete oficial trepó al 44%. El jueves pasado había alcanzado el anterior máximo, cuando operó a $ 7,07, según ámbito.
La divisa estadounidense en las casas de cambio y bancos de la city porteña aumentó medio centavo a $ 4,895 para la compra y a $ 4,945 para la venta. En el segmento mayorista, la moneda estadounidense subió a $ 4,935 para la compra y a $ 4,94 para la venta. El dólar avanzó otro pequeño escalón en este mercado, donde operan entidades financieras y grandes empresas, y el ajuste se trasladó a las pizarras de las principales casas de cambio de la «city» porteña.
Según los operadores, el Banco Central volvió a participar en el mercado cambiario con posturas de venta en las operaciones a futuro, en las que la estrategia oficial favorece las coberturas que tienen como resultado un mayor flujo de ingresos en el contado. Las liquidaciones provenientes del sector agroexportador reconocen por estos días una menor abundancia de divisas en el mercado mayorista, algo que habitualmente ocurre a esta altura del año.
Para los analistas la insuficiencia de ingresos genuinos por motivos estacionales está obligando al Banco Central a asumir un papel más protagónico, siempre en un contexto que sigue mostrando a la autoridad monetaria ejerciendo el mismo control sobre la operatoria con divisas instalado desde hace ya más de un año.
Además, el tipo de cambio utilizado para la fuga de divisas, el «contado con liquidación», desciende un centavo a $ 7,03.
Por su parte, el euro cotizó sin variaciones a $ 6,36 para punta compradora y a $6,55 para la vendedora.
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