La madre de Arruga, dijo que «es un gran logro que a cuatro años haya policía un detenido»
«Si bien Torales no es uno de los ocho policías implicados en la causa, es uno de los que le pegó a Luciano en septiembre de 2008, meses antes de su desaparición», destacó Mónica Alegre.
«Sabemos que la justicia para los pobres y los más necesitados es muy lenta», agregó.
Mónica Alegre, la madre de Luciano Arruga -el joven de 16 años desaparecido en 2009- aseguró estar «conmocionada por lo que está ocurriendo porque es un gran logro que a cuatro años haya un detenido (el oficial de la Policía Bonaerense Julio Diego Torales) que fue uno de los que torturó a Luciano meses antes, con esto volvemos a tener un poco de fe».
«Si bien Torales no es uno de los ocho policías implicados en la causa, es uno de los que le pegó a Luciano en septiembre de 2008, meses antes de su desaparición», destacó la madre de Luciano, quien fue visto por última vez el 31 de enero de 2009 en Lomas del Mirador.
En una entrevista explicó que «Torales prestaba servicio en la sede policial en la que a mi hijo se lo vio por última vez y además fue quien me atendió cuando hice la denuncia por la desaparición».
«La causa en verdad empieza cuando Luciano se niega a robar para la policía, ya ahí Luciano no podía caminar por el barrio, lo hostigaban», subrayó.
En ese marco, destacó que «todo lo que se hizo al principio fue por investigación nuestra, de la familia, la policía no hacía nada», y recordó que «el 31 de enero cuando hago la denuncia, Torales me dijo que me calme, que me quede tranquila, que Luciano seguro estaba con una noviecita y que lo iban a ir a buscar y nos iba a entregar a nuestro hijo».
«Sabemos que la justicia para los pobres y los más necesitados es muy lenta, pero yo tengo la suerte de tener una hija que luchó a brazo partido y le agradezco a ella, a Vanesa, por todo lo que hizo, que fue contra viento y marea», expresó Alegre.
Además aseveró que «es un caso que a muchos no les conviene que se difunda, no es el típico pibe chorro y a nadie le conviene que un pibe pobre se niegue a robar».
Por último, afirmó que «quiero creer, necesito creer por todos los que luchan día a día y creo que parte de esta historia va a tener su final, hoy tengo mucha tristeza pero quiero rescatar de lo malo algo bueno, porque Luciano me ayudó a luchar, a no ser tan egoísta y saber que siempre necesitas a alguien y eso es una enseñanza muy grande».
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