Luego de ganar su cuarto Balón de Oro consecutivo, el incansable Messi no se conforma con lo logrado hasta ahora y va por su máximo sueño: “Ser campeón del mundo no se compara con nada”. A tomar carrera hacia Brasil.
Alegría, emoción, felicidad. Los sentimientos que se apoderaron de Lionel Messi durante la gala del lunes en Zurich, al ganar su cuarto Balón de Oro seguido, siguen latentes. Los festejos del mejor jugador del mundo tuvieron su pico máximo en el avión que lo llevó de regreso a España. Acompañado por su compañero de terna Andrés Iniesta y por Gerard Piqué, Xavi Hernández y Dani Alves, quienes integraron el equipo ideal de la FIFA, la Pulga fue el blanco de todos los elogios. El brindis íntimo en el aire, logró que Messi se olvidara, apenas por un ratito, de lo que está por venir. Hasta que el chip mental volvió a hacer el clic al pisar nuevamente la tierra.
“Me falta ganar un Mundial”. No se le escapa nada al rosarino. Es capaz de disfrutar el momento, pero con la atención siempre puesta en lo que vendrá. “Siempre lo dije. Ser campeón del mundo no se compara con nada”, afirmó con seguridad, al ser consultado sobre si cambiaría alguno de los Balones de Oro por levantar el trofeo más valioso. Y aclara, una vez más, cuál es su mayor deseo: “Quiero seguir ganando cosas. Con el Barcelona y la Selección. Seguir haciendo méritos para que se me siga recordando”. No toma conciencia que ya es imposible de olvidar.
Queda un vacío por llenar, pero Leo va por buen camino. “El año pasado en Argentina fui recibido de forma espectacular porque ahora la gente está con la Selección. Hacía tiempo que esa química se había perdido y estoy feliz por haber terminado tan bien que prácticamente ganamos todos los partidos”, soltó. Y analiza los detalles a corregir: “Todavía nos falta seguir creciendo como equipo. Queremos conseguir lo más rápido posible la clasificación”, afirmó.
Messi tendrá mañana una nueva chance de seguir creciendo. Barcelona será anfitrión de Córdoba, por los octavos de final de la Copa del Rey. ¿La mala? Tito Vilanova no estará en el banco, ya que viajará a Nueva York para buscar una segunda opinión sobre su enfermedad.
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