La oposición se moviliza para frenar el embate chavista

CARACAS.- Entre la espada de Simón Bolívar y la pared de la mayoría chavista. La oposición venezolana vive estos momentos trascendentales de la historia de Venezuela paralizada por sus recientes fracasos electorales y en fuera de juego tras el pacto alcanzado en La Habana por la cúpula oficialista.

Para salir de esa parálisis, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) convocó ayer a sus líderes para unificar criterios de cara al 10 de enero, fecha de la supuesta asunción de Hugo Chávez . Insistirá hoy en su empeño. Y lo hizo, como siempre, separada entre radicales que exigen mano dura y moderados que piden prudencia. Son estos últimos los que, por ahora, llevan la voz cantante.

En la primera reunión afloraron viejos problemas, desde el funcionamiento de la propia organización hasta las críticas a los diputados de la Asamblea. Los más osados exigen cambios, mientras algunos partidos integrantes mostraron su incomodidad ante el actual frente.

«Su posición es complicadísima», explicó a LA NACION el analista Luis Vicente León. «Por una parte tienen que rechazar la inconstitucionalidad de la prórroga del mandato de Chávez, el Pacto de La Habana, las órdenes de Cuba. Pero por otra parte no tienen instituciones o capacidad de defenderse más allá de sus discursos y de los medios de comunicación», razonó el presidente de Datanalisis.

El embate oficialista, que se perfecciona año tras año, volvió a exhibir toda su contundencia durante la jura de Diosdado Cabello al frente de la Asamblea Nacional. El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) monopolizó la presidencia y las dos vicepresidencias, rompiendo la tradición parlamentaria de la mayoría de los países, en las que se busca una cúpula pluripartidista. «Nuestra democracia feroz», tal y como se regodeó el vicepresidente Nicolás Maduro.

«El juego político nos pone a las fuerzas democráticas en una situación difícil. El régimen rompiendo todas las reglas democráticas y tratando de mantenerse en el poder sin el presidente electo, violando la soberanía del país y tutoreado por los hermanos Castro», resumió a este diario Carlos Berrizbeitia, diputado opositor elegido anteayer por sus compañeros como candidato a la vicepresidencia parlamentaria.

La defensa de la Constitución emprendida por la oposición no sólo choca contra la mayoría del PSUV o contra el control gubernamental del Tribunal Superior de Justicia. También contra la ironía. «Otro gran logro de Chávez y la Revolución: la derecha que rechazó nuestra Constitución, la derogó en 2002 y la quemó, hoy la enarbola», escribió desde La Habana Jorge Arreaza, ministro de Ciencia y yerno de Chávez, siempre al pie de su cama en el hospital Cimeq.

El debate soprepasó los límites de la MUD y llegó a las redes sociales. Anoche una tendencia dominaba el Twitter local: #granparocíviconacional. Una llamada a la huelga general, realizada por un conocido analista y seguida por radicales antichavistas, que recordaba al paro petrolero de 2002, una herida demasiado reciente que todavía sangra en la sociedad venezolana. LA NACION pudo confirmar que no se planteó en ningún momento la convocatoria a una huelga.

En otra iniciativa, la oposición iniciaría una campaña internacional para denunciar lo que considera un incumplimiento de la Constitución si Chávez no asume el jueves. El diputado Julio Andrés Borges anunció que visitarán embajadas y organismos internacionales para «prender las alarmas internacionales» y conminó al pueblo a prepararse para rebelarse «no sólo contra un incumplimiento de la Constitución, sino también, a mediano plazo, para las elecciones».

La oposición en pleno debate. ¿Y Henrique Capriles? El principal candidato a disputarle a Maduro la presidencia protestó a través de Twitter («¡Cuánta soberbia y odio se perciben en algunos en esa Asamblea!») y retó al vicepresidente («Creo que Maduro no aguantaría muchos rounds en una contienda electoral»), en un mensaje también dirigido a sus aliados.

Capriles escapó al debate que sacude al país, consciente de que lo podría perjudicar en las futuras elecciones y para ganar tiempo en aguas revueltas. De hecho, ya tiene un claro competidor interno, Antonio Ledezma.

El alcalde mayor de Caracas endureció su discurso para encabezar a los disconformes. Incluyó a Capriles y a Henri Falcón, gobernador reelegido de Lara, en una comisión que jamás viajará a Cuba para visitar a Chávez. La respuesta de Falcón, izquierdista que rompió con la Revolución pese a ser el más votado en 2008 y que hoy mantiene una alianza estratégica con Capriles, aireó las tensiones internas de la MUD: «Soy un hombre respetuoso de la vida y la dignidad de las personas. Jamás me he planteado viajar a Cuba para verificar la salud del presidente».

«NO ES UN CANDIDATO ELECTO»

La procuradora general de Venezuela, Cilia Flores, dijo ayer que Chávez es un «presidente reelecto y no un candidato electo», lo que marca una «gran diferencia para interpretar» la Constitución, en relación con el debate que se generó a raíz de la imposibilidad del presidente de jurar un nuevo mandato el jueves..

Del editor: cómo sigue.
La cuenta regresiva empezó esta semana y la oposición parece tener pocas herramientas para evitar que el chavismo se salga con la suya.

Fuente: La Naciòn