Una de las frases más polémicas que emitió Cristina Fernández este 2012 (intenso frente a los micrófonos), ocurrió el 27 de febrero, en un acto en Rosario, y fue dirigida a los militantes del Frente para la Victoria. «Vamos por todo, por todo», dijo la mandataria, aunque no aclaró que ello significaría ir «contra todo y contra todos». Así termina el 2012, con un fuerte choque muy difícil de reparar.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) El 27 de febrero pasado, cuando Cristina Fernández pronunciaba una de sus más famosas (y temibles) frases del año, la tan repetida consigna del «Vamos por todo, por todo», olvidaba aclarar que ello implicaría también ir «contra todo» y «contra todos», sino al menos, de los no presentes en ese momento: los militantes del Frente para la Victoria.
Lo dijo en un acto en conmemoración al primer izamiento de la bandera nacional por Manuel Belgrano, en Rosario a los militantes que alentaban abajo del escenario.
Lo decía en serio. Y lo fue cumpliendo. Pero las consecuencias de esta avanzada, que aún no termina, trajo ya sus duras consecuencias.
Volvió como un bumerang, golpeó a Cristina y la dejó sobre la cuerda floja. Pues, desde los más vastos sectores de la sociedad hubo respuesta.
Termina así un 2012 como no podía ser de otra manera: a fuerza de choque.
Hoy las entidades del campo iniciaron el último paro del año contra el Gobierno con una protesta masiva con cese de comercialización de ganado, principalmente por dos medidas de Cristina: la decisión de expropiar el predio de la Sociedad Rural Argentina en el barrio de Palermo (anunciado al mismo momento en que se registraban saqueos en varias provincias), y el retiro a la Federación Agraria Argentina (FAA) de la administración del certificado de acopio de granos y adicionalmente la intervención del Registro Nacional de Trabajadores Rurales (Renatre) entre otras decisiones de «intervención» contra el sector que denuncian los ruralistas.
En ese marco, la Sociedad Rural convocó a cantar el himno este jueves a las 19 frente al mástil del predio ferial de Palermo.
En junio pasado, el campo también realizó una huelga con cese de comercialización de granos, animales y productos del agro no perecederos. La medida de fuerza había sido acompañada de múltiples asambleas de productores tanto en localidades bonaerenses como en la provincia de Entre Ríos.
Pero el campo no es el único sector que terminan el año en medio de un conflicto.
La Bancaria también amenazó con un paro nacional si es que no reciben hoy una propuesta de suba salarial para 2013.
El gremio pide una suba del 35% y que se contemplen las quitas por Ganancias. La paritaria bancaria se vence el 31 de diciembre.
En tanto, en el Ministerio de Trabajo hubo la semana pasada una fuerte polémica por una paritaria que cerró en 25%. La orden del ministro Carlos Tomada fue no homologar, por ahora, aumentos superiores al 18%.
El secretario nacional de Prensa de la Asociación Bancaria (AB), Eduardo Berrozpe, dijo esta mañana que esperan «tener una respuesta concreta y positiva», ya que «la única propuesta en firme es inaceptable. De lo contrario, confirmó que si en las próximas horas no llegan a un acuerdo irán al paro: «Hay un paro nacional en ciernes».
Ocurre que el tema salarios inquieta inclusive a la CGT oficialista. El pedido de moderación que surgió desde el Gobierno rumbo a lo que serán las paritarias de 2013 no cayó nada bien. Tampoco les gustó la falta de certezas que ofreció la Presidente sobre una eventual mejora en el impuesto a las ganancias y en las asignaciones familiares, demandas unánimes entre los sindicatos.
«Quieren que las paritarias no superen el 15%, pero en la UOM no creo que lo aceptemos», dijo el referente de los metalúrgicos y número uno de la central oficialista, Antonio Caló, según el diario ‘La Nación’. Unos días antes, había prometido que él no le iba a «marcar la cancha a nadie» con un aumento de referencia, como solía hacerlo Hugo Moyano en sus tiempos de aliado del kirchnerismo.
Caló mantendrá por ahora su perfil dialoguista, a pesar de que las proyecciones para 2013 que suele hacer en privado no son de las más optimistas. Públicamente ya se hizo evidente un vuelco en su retórica. «Vamos a tratar de conservar los puestos de trabajo. Lo demás lo podemos pelear. Si no hay laburo, no hay impuesto a las ganancias, asignaciones familiares ni paritarias», dijo el 12 del actual, en el Smata. Fue una señal de alerta.
El mecánico Ricardo Pignanelli tomó la palabra en una mesa redonda de dirigentes industriales, entre los que no estaba Caló. «Muchachos, habrá parches y no habrá respuestas para todos», dijo el líder del Smata, al relatar los pormenores de lo que había sido la última charla con la Presidente. Pignanelli es uno de los dirigentes de mayor llegada a la Casa Rosada.
¿La CGT aceptará negociar salarios acotados? El rechazo es unánime. Y la postura está por escrito en un documento firmado por todo el consejo directivo. Nada genera tanta adhesión entre los gremialistas como las proclamas sobre paritarias libres y el descreimiento sobre las mediciones de inflación del Indec.
La CGT de Hugo Moyano, la opositora, está aún más enfurecida luego de las acusaciones del Gobierno por los saqueos de la semana pasada.
Y ese fue otro capítulo que estalló en estos días en una fecha tan clave como es el 20 de diciembre, con inicio en la patagónica ciudad de Bariloche, para luego extenderse a otras provincias con más de una fatalidad, como ocurrió en Rosario, donde hasta el día de hoy se cuentan los muertos.
Todo ello se sumó a las movilizaciones masivas de la clase media que dieron la nota este año, de manera sorpresiva el 13 septiembre, y de manera, no tan espontánea el 8N.
El 20N se realizó, en cambio, el primer e histórico paro nacional que unió a la CGT y a la CTA no oficialistas.
También en septiembre fue la histórica protesta de Gendarmería y Prefectura por reclamos salariales.
Otro frente que tuvo fecha clave, fue el que inició el Gobierno contra el multimedio Clarín. Durante meses se esperó el famoso 7D, por la Ley de Medios, que aún no terminan por resolver y que llevó a otra dura batalla contra el Poder Judicial.
A la justicia llegaron además otros tantos enfrentamientos del Gobierno como los juicios de los jubilados a ANSES que podrían hallar pronta respuesta para recuperar lo que se les debe y dejar, según el titular de la entidad Diego Bossio, en serios problemas a la entidad, elegida por el Gobierno de Cristina Fernández para financiar su ¿»modelo de choque»?
Hasta allí llegó también el cordóbes José Manuel De la Sota contra el Gobierno nacional.
Hace poco menos de un mes, el mandatario dijo que «lo indignante es el atropello» en referencia a la retención que le hace Nación del 15 por ciento de su coparticipación, fondos que van a engrosar la caja de la Administración Nacional de Seguridad Social.
Hace casi dos años que desde ANSES no se le giran fondos al Gobierno cordobés.
“Solicitar que la Nación deje de descontarnos el 15 por ciento de la coparticipación es algo que está ordenado por una ley provincial. No hicimos antes la presentación, aguardando a que la Corte se expida sobre la medida cautelar. Pero en los próximos días iremos a pedir que nos devuelvan la coparticipación. La Anses hace casi dos años que no nos envía un peso”, aseguró el mandatario provincial.
Según indicó el diario ‘La Voz del Interior’ la semana pasada, una alta fuente del Máximo Tribunal confirmó que la Corte no pudo dedicarse a analizar la medida cautelar solicitada por Córdoba hace cuatro meses. Menos aún la demanda de fondo en torno a la deuda que la Provincia afirma que tiene la Anses con la Caja de Jubilaciones, a raíz de la intensa actividad que mantiene por la pelea entre Clarín y el Gobierno.
Algo similar ocurre con los reclamos de la provincia de Santa Fe.
Otros gobernadores, en mejor sintonía con la Rosada, se limitan en cambio a hablar de los pocos beneficios de una re-reeleccion, aquel sueño de Cristina, al que el 2012 le anticipa un gran «NO».