Rusia admite que los rebeldes pueden vencer

El régimen de Moscú se distanció sorpresivamente de Al Assad. «Se deben mirar los hechos a la cara», sostuvo el vicecanciller Bogdanov. En la OTAN, creen que el final es cuestión de tiempo.

BRUSELAS/MOSCÚ/DAMASCO.- El presidente sirio, Bashar al Assad, está perdiendo cada vez más el control sobre su país, reconoció ayer el viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, país aliado al régimen de Damasco, Mijail Bogdanov, quien agregó que ante la evolución de la lucha armada contra los rebeldes no hay que descartar una derrota del Gobierno. Por ello, Moscú está preparando planes para evacuar a ciudadanos rusos si es necesario.

Las declaraciones sorprendieron en todo el mundo, ya que es la primera predicción de este tipo por parte de Rusia, que hasta ahora había permanecido fiel al lado de Al Assad. «Uno debe mirar los hechos a la cara. Desafortunadamente, no puede descartarse la victoria de la oposición siria, ya que el Gobierno está perdiendo control de más y más territorio», afirmó el funcionario ante el evidente avance insurgente sobre la capital, luego de tener amplias zonas del interior bajo su poder.

Sin embargo, Bogdanov se pronunció contra el suministro de armas a los opositores por parte de países extranjeros. A su vez, el Ministerio de Defensa ruso aclaró que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) informó que no hay planes para actuar en Siria.

«Creo que el régimen en Damasco está cerca del colapso, pienso que ahora sólo es cuestión de tiempo», afirmó el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, quien condenó el uso de misiles Scud por parte de las fuerzas de Al Assad para atacar a los rebeldes en zonas urbanas.

Atentado

El estallido de un coche bomba provocó la muerte ayer de al menos 16 personas (entre ellos, dos mujeres y siete niños) en Qatana, a 25 kilómetros al sudoeste de Damasco, donde viven soldados con sus familias.

La explosión ocurrió en una zona residencial, y la televisión estatal culpó a «terroristas», que es el término que usa para calificar a los rebeldes, que han perpetrado ataques relámpago o colocado bombas cerca de edificios de la seguridad estatal o zonas leales a Al Assad. Algunos de estos atentados fueron reivindicados por el grupo extremista Frente al Nusra, que EEUU vincula con Al Qaeda.

El aumento de estas acciones obligó al Gobierno a reforzar la seguridad, para lo cual recurre a jóvenes que vigilan vehículos sospechosos o insurgentes extranjeros que entran en ciertas áreas de la capital. La idea se basa en la organización Ángeles Guardianes, fundada en 1979 en Nueva York para proteger a los civiles de la violencia y los crímenes. Sus integrantes aclaran que son independientes.

Unas 40.000 personas han muerto y medio millón abandonaron sus hogares por la revuelta que comenzó en marzo del 2011, que escaló hasta convertirse en la más prolongada y destructiva de la Primavera Árabe.
Reuters-DPA-Télam