El diluvio repentino, pasadas las 14, rememoró lo peor. Los porteños temieron por un nuevo episodio caótico, con calles inundadas, autos flotando, cortes de luz y semáforos fuera de funcionamiento, tal como ocurrió durante el temporal de la semana pasada. Y si bien la fuerte tormenta que se desató ayer por la tarde no fue para tanto -en materia de consecuencias-, se registró caída de granizo en varias zonas de como Palermo, Devoto, Olivos, Martínez, Liniers, Villa Luro y Villa Del Parque.
En poco tiempo cayeron 44 milímetros de agua. Sin embargo, el agua no fue suficiente para inundar la Ciudad (más allá de algunos casos aislados).
Sí trajo consecuencias en la temperatura: en tres horas, bajó 18 grados y se pasó de los 32° que se registraban al mediodía a los 14° que marcaban las 17. Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), las condiciones comenzarán a mejorar a partir de hoy (se espera una máxima de 30° por la tarde) y se prevé que el fenómeno afecte desde mañana el noreste del país. Condiciones similares se vivirán durante el resto de la semana.
Fuente: La Razòn