Godoy Cruz con el nuevo DT apenas pudo igualar ante Quilmes con un equipo similar a los anteriores y sin variantes ofensivas. Deberá replantear el funcionamiento para salir de la racha de 9 partidos sin ganar.
El camino a recorrer en los próximos cinco días, más una pretemporada que se avecina, serán los días más productivos para Martín Palermo. Porque recién después de esa estadía y convivencia con el plantel, se podrá ver el esquema que pretende el nuevo entrenador de Godoy Cruz.
Ante Quilmes apenas fue un esbozo tras unos días de trabajo con los jugadores. Les puede haber inculcado partículas del optimismo que siempre tuvo el DT en sus tiempos recientes de jugador y puede haber largado algunas indicaciones previas y durante el partido. Pero se sabe, que con tan poco trabajo, entra a mediar la motivación y el entusiasmo.
Porque un equipo que hacía ocho fechas que no ganaba y además arrastraba una racha negativa de cuatro derrotas en cadena, no podía variar demasiado. Ni aun cuando los conceptos tácticos del DT fueran distintos a los que imponía Omar Asad o Daniel Oldrá en el interinato.
No se puede cambiar en un lapso corto lo que se arrastra de seis meses de trabajo. Las decisiones técnicas, los titulares de un proceso o los números “puestos” para conformar el plantel de 18 han sido una regularidad que pocas veces varió. Salvo lesiones
o sanciones, cada técnico dispone de sus jugadores favoritos.
Palermo respetó el plantel con muy pocas variantes, presentó a su primera formación del Tomba. Se puede decir que jugaron los mismos de Asad y que el ingreso de Rodrigo Salinas, como suplente, fue la novedad en este proceso de Palermo.
Frente a Quilmes, uno de los equipos más flojos del torneo, al menos, no perdió. Cortó la racha de cuatro derrotas seguidas, pero también los visitantes pudieron reponerse de tres caídas consecutivas.
Godoy Cruz mostró un planteo similar a los que dispuso Asad varias veces, no todas. Se notó que Palermo no quería tocar mucho el esquema y además, se notó que trató de no perder.
Era evidente que buscaba no caer en su debut, de local y frente a un adversario que no venía bien. Sólo Emanuel Insúa dispuso de libertades para encarar por la banda izquierda para adelante. Los demás integrantes de la defensa compusieron un bloque que no alteró los planes del DT. Priorizaron cuidar sus espacios cerca del arquero Ibáñez.
Federico Lértora y Nicolás Olmedo no fueron exploradores de sectores de ataque y se los vio cumplir los dispositivos en defensa sin arriesgar para adelante.
Por la derecha Ledesma activó sus desplazamientos en el primer tiempo para bajar su rendimiento después y ser el indicado para un cambio.
Tampoco Nicolás Castro mostró sus condiciones, que tan buenos conceptos despertó en las primeras fechas. Y con tan pobre presencia de volantes en los metros cercanos al arco de Quilmes, es muy poco lo que pueden demostrar los dos hombres de punta.
La masividad en ataque, con variantes y subidas sorpresivas, es lo que anunció Palermo que pretende. Quilmes atacó poco y nada, y quedó demostrado con la pobre producción de tres intentos de pegarle al arco, que se fueron desviados. Ante un planteo así no se pueden sacar muchas conclusiones positivas.
Palermo sí lo aprovechó y ahora tendrá otro panorama más cercano y real de lo que pueden dar los jugadores. La primera prueba la pasó. Con todas las precauciones lógicas del debut y de ahora en más podrá armar el Tomba a su gusto y medida.
Positivo/negativo
+ Motivación. En la primera parte y en algunos pasajes del ST se notó el buen ánimo que les dio a los jugadores la presencia del nuevo DT.
+ Orden. Ubicados como línea de cuatro, los defensores respetaron sus puestos sin arriesgar en ofensiva. Podrían haberlo hecho.
– Muy distantes. Entre los volantes y los dos de arriba hubo un espacio enorme. Se vio poca presencia de volantes en la ofensiva. Así no se gana.
– Sin gol. Ya son cuatro los partidos que lleva Godoy Cruz sin convertir. Justo un gran goleador como DT, tendrá que explicar cómo se hace.
Fuente: Diario Uno