Madrid (PL) La organización separatista vasca ETA manifestó hoy estar lista para negociar su disolución con los gobiernos de España y Francia, un año después de anunciar el cese definitivo de su actividad armada.
En un comunicado colgado en Naiz.info, sitio digital del diario vasco Gara, el grupo armado instó a las autoridades de Madrid y París a llegar a un acuerdo sobre los etarras presos y en libertad que se encuentran en ambos países.
Con el objetivo de avanzar en ese proceso, propuso discutir las fórmulas y plazos para traer a casa a todos los presos y exiliados, el desarme, la disolución de sus estructuras y la desmovilización de sus miembros.
Pidió asimismo incluir en esa posible negociación la desmilitarización de Euskal Herria, en alusión a la salida del País Vasco de las fuerzas y cuerpos de seguridad españoles.
Por Euskal Herria se entiende una gran nación vasca, que abarcaría desde el País Vasco y Navarra, comunidades autónomas del norte de España, hasta la región vasca del suroeste de Francia.
Además de plantear una agenda de diálogo, el grupo independentista aseguró que los gobiernos de las dos naciones tienen «conocimiento exacto» de su disposición y compromiso, y se declara dispuesto a «escuchar y analizar» sus propuestas.
Un acuerdo de este tipo «traería el final definitivo de la confrontación armada», agregó la organización en su comunicado, que Gara publicará íntegramente mañana.
El 20 de octubre de 2011, Euskadi Ta Askatasuna (ETA, Patria Vasca y Libertad, en euskera) anunció que abandonaba de manera categórica sus acciones de medio siglo por la independencia del País Vasco.
Ese día, emplazó a los gobiernos de España y Francia a abrir un proceso de diálogo directo, que tenga como objetivo la resolución de las consecuencias del conflicto, considerado la última confrontación armada en Europa.
La izquierda nacionalista vasca advirtió entonces que el adiós a las armas de ETA, decisión que calificó de histórica, no representa el fin del conflicto político y abogó por lograr un acuerdo democrático.
A juicio de los representantes de ese sector, conocido también como la izquierda abertzale (patriota, en euskera) la pacificación y normalización pasan por «el reconocimiento de Euskal Herria como nación y del derecho a decidir de la ciudadanía vasca».