El Gobierno calificó la medida como «extorsiva» y habló de un «piquetazo»

El ministro del Interior, Florencio Randazzo, cuestionó las agresiones que sufrieron trabajadores y comercios que quisieron operar como lo hacen habitualmente. Aseguró que la medida «no es en favor de los trabajadores» aunque aclaró que no van a «criminalizar la protesta». «El paro afectó básicamente a la Capital, en el resto del país es otro el panorama», indicó. Abal Medina habló de «piquetazo» y La Cámpora no entiende las consignas.

Randazzo vinculó las protestas con «la prepotencia y el autoritarismo», y aseguró que los piquetes «son la negación al paro, significa coartar la libertad de aquellos que quieren ir a trabajar».

El funcionario se preguntó si se justificaba un paro como el de hoy «analizando cómo estaba el país hace 10 años y cómo está ahora», y sostuvo que si bien es legítimo ejercer el derecho a la protesta, «lo que no pueden hacer es impedir que vayan a trabajar aquellos que lo quieren hacer».

«Han cortado vías, han apedreado micros. Esto está lejos incluso de aquellos que pueden compartir algún reclamo, esta metodología es lamentable», agregó.

Además, el ministro afirmó que el paro «es político», y que está «alejado de los trabajadores». Así, recordó que el de Micheli y el de Moyano «son dos sectores que tradicionalmente estuvieron enfrentados, que hoy se unen a un sector de la patronal rural como el de Buzzi». Esto es un paro político, va en el sentido contrario ya que afecta a los trabajadores», subrayó.

En sintonía con las declaraciones de ayer de la presidente Cristina Kirchner, Randazzó llamó a «actuar con racionalidad a los millones de trabajadores que acompañan este proceso que vive la Argentina».

Con énfasis, Randazzo garantizó que el Gobierno no va a reprimir la protesta, aunque aseguró que «se está buscando generar un clima de violencia y enfrentamiento, pero no vamos a entrar en esas provocaciones. Repudiamos esta metodología de la extorsión».

Por su parte, el jefe de Gabinete nacional, Juan Manuel Abal Medina, criticó la modalidad de la huelga, a la que calificó de «piquetazo».

«No se puede hablar de paro, sino de piquetes», señaló en diálogo con Radio Continental. Y agregó que la utilización de este método de protesta en esta coyuntura le daba «tristeza».

«Los piquetes nacen en Argentina con la pobreza extrema. Utilizarla ahora es quitarle sentido», manifestó el funcionario.

Además, lamentó los incidentes que provocaron algunos gremialistas en el microcentro de la ciudad, donde fueron atacados bares y restaurantes por abrir sus puertas al público.

«Se le impide a la gente llegar al trabajo, y al que llega lo amedrentan para que no lo haga».

En defensa de la gestión kirchnerista, Abal Medina señaló: «Tenemos muy claro el rumbo que lleva la presidente de la Argentina y lo vamos a seguir haciendo».

Por último, criticó la finalidad de la huelga, a la que consideró como un acto de campaña: «Esto solo le sirve a las aspiraciones políticas de algún dirigente», sentenció.
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