La nueva generación que se hace cargo del Partido Comunista, también lo hará de las fuerzas armadas.
La llegada de Xi Jinping al liderazgo del Partido Comunista en sustitución de Hu Jintao no es el único cambio en China. También habrá nuevas caras en los principales puestos de las fuerzas armadas.
En medio de una ola de jubilaciones, se renovarán al menos siete de los once miembros de la Comisión Militar Central (CMC), el órgano supervisor del mayor ejército del mundo.
Más que al país, las fuerzas armadas le juran lealtad al partido, y la CMC no puede llevar a cabo una acción militar unilateral.
Los generales de la comisión ejercen su influencia susurrándole sus opiniones a los líderes políticos del país.
«La influencia de los miembros del CMC será un factor determinante sobre si habrá paz o conflicto en la región», explicó el profesor Denny Roy, del Centro Este-Oeste de Hawai.
«Y esto importa ahora más que nunca porque hay muchos asuntos regionales que están entre la estabilidad y la hostilidad: el Mar del Sur de China, las tensiones entre las dos Coreas, el futuro de Taiwán y la posibilidad de que surjan incidentes entre las marinas de Estados Unidos y China», añade, según publica la BBC.
Especulaciones
En China también están muy pendientes de saber qué generales ocuparán las vacantes de la CMC. Todo parece indicar que esos nombres ya están decididos pese a que aún no se han anunciado.
Sin embargo, tratar de adivinar lo que pasa tras bambalinas en el cambio de poder militar va a ser como «mirar en una caja negra», se lamenta Zhu Feng, subdirector de la Universidad de Estudios Internacionales de Pekín.
Pero, independientemente de quiénes ocupen la cúpula militar, la nueva generación de la CMC se diferenciará de la anterior en cuestión de edad y experiencia castrense, asegura Bo Zhiyue, de la Universidad Nacional de Singapur.
A diferencia de sus predecesores, los nuevos miembros de la CMC no se unieron a las fuerzas armadas como revolucionarios sino como soldados profesionales.
«Su objetivo principal es la eficacia militar y no su preocupación por la política y la ideología», sostiene Roy.
Experiencia vietnamita
Debido a las reglas de la CMC, es probable que los nuevos miembros hayan nacido entre 1950 y hayan entrado a la Armada de Liberación Nacional a fines de 60 durante la tumultuosa Revolución Cultural.
Sin embargo, los generales entrantes eran demasiado jóvenes en aquella época para tener experiencia directa en el campo de batalla.
Sólo uno de los nombres que suena como nuevo miembro de la CMC, el general Zhang Youxia, participó como soldado de bajo rango en la guerra frente a Vietnam en 1979.
La falta de experiencia en las trincheras podría marcar la diferencia en la perspectiva de la cúpula militar.
«Algunos analistas creen esto puede generar un exceso de confianza, lo que podría llevar a que China tienda a tomar más riesgos y acciones de confrontación que fuercen a los oponentes a luchar o retroceder», explica el profesor Roy.
Además, según Bo Zhiyue, la CMC tendrá que impulsar la modernización militar y diversificar el ejército de tierra de 2,3 millones de soldados para tener una fuerza naval y aérea sofisticada que incluya al menos un portaaviones de fabricación china, aviones de combate y un submarino nuclear.
Pero dejando de lado la tecnología de avanzada, los generales de la CMC también tendrán que abordar las demandas de modernización en términos de diplomacia militar.
Sólo uno de los que se espera que se conviertan en los nuevos miembros de la cúpula militar, el general Ma Xiaotian, tiene una experiencia significativa en tratar con la diplomacia internacional, asegura Bo Zhiyue.
Los demás deberán aprender cómo interactuar con sus contrapartes internacionales si quieren mantener la paz en la región.
«En última instancia, el ejército está preparado para la guerra», afirma el experto.
«Sin embargo, si puedes resolver tus conflictos con los vecinos o los potenciales rivales a través de la diplomacia es todavía mejor», concluye.
Fuente: BBC