El hecho involucró a tres aeronaves. Ocurrió ayer cuando la máquina argentina, frente a indicaciones de la torre de control, realizó una maniobra cerrada en pleno descenso. La explicación del comandante de la nave
«Qué lío que causó el avión de Aerolíneas», dijo un integrante de la tripulación del vuelo IB-1446 de Iberia, luego de un incidente en el aire que provocó un avión de Aerolíneas Argentinas en el aeropuerto de Barcelona, según lo informa el diario The Aviation Herald especializado en dar cuenta de incidentes aeronáuticos.
Según el portal, el avión de Aerolíneas, un Airbus A340-300, con la matrícula LV-BMT, que volaba sobre el aeropuerto de Barcelona, fue instruido por la torre de control para que redujera la velocidad y cuando estaba listo para aterrizar pasó cerca del avión de Iberia, más de lo habitual.
Según The Aviation Herald, con el avión a unos 6200 pies, la tripulación señaló que no podían descender y reducir la velocidad porque la aeronave estaba pesada. Entonces, el controlador aéreo le indicó realizar una maniobra y que se mantuvieran a 4000 pies.
Mientras esto ocurría, se acercaban a la pista un avión de la línea Easyjet -un Airbus A319-100, con matrícula G-EZAO- que venía desde Italia, seguida de un Airbus A320-200 de Iberia -matrícula EC-ILQ- que volvía de Madrid.
Es por ello que el controlador aéreo indicó al vuelo de Aerolíneas que descienda y girara a la izquierda. La indicación de la torre de control fue alertada por los pilotos de la aeronave de Iberia, quienes se empezaron a quejar: «Argentina, no pueden hacer esto».
El comandante Juan Guitart, del avión de Aerolíneas, explicó en diálogo con Radio Mitre que «el radarista se equivocó, nos hizo virar por izquierda para hacernos un favor y meternos rápido, y nos metió en el tráfico que venía, pero nada más».
Guitart negó que las naves hubieran estado a punto de chocar de frente. «No, para nada», dijo y agregó que «Barcelona recibe aviones chicos en general y cuando se mezcla un avión grande con los chicos, ellos no lo discriminan y la aproximación es un poquitito mayor”.
«Los radaristas sacan al avión de la entrada por instrumentos y lo van aproximando; nos cerraron tanto que quedamos demasiado altos y no entrábamos», relató el comandante. Sin embrago, aclaró que «toda carta de aproximación tiene un escape y en este caso es al frente». «Todo está cargado en las computadoras y se hace automáticamente», agregó.
Guitart insistió en que tratando de hacer más fácil el arribo, «el radarista nos hace virar por izquierda, mantener los 4 mil pies y nos mete en el tráfico». «Sí, había dos aviones, nosotros identificamos uno; el Iberia venía de frente, se enojó pero nosotros hicimos una evasión, el control pidió disculpas y entramos en turno 3 para aterrizar; ni siquiera tuvimos resolución de TCAS -Traffic alert and Collision Avoidance System-«, añadió el piloto.
El comandante de la nave de la línea de bandera explicó además que de esa maniobra «no surgió un informe, nada legal». «Las computadoras de los aviones actuadamente se chequean, dan una resolución de escape, que ni siquiera la tuvimos», afirmó.
«El error del control fue meternos en el tráfico, por hacernos un favor; tenemos que entrar en el mismo perfil que los aviones chicos, pero ellos no están acostumbrados a los aviones grandes y nos dejaron altos», completó.
Sin embargo, The Aviation Herald sostiene otra versión. Según el diario, ante esta situación, la torre les hizo saber que no habían comprendido bien las indicaciones y que confundieron, en la lectura de la pantalla, al Airbus de Iberia con el de la línea Easyjet. De esa manera, quedaron los tres aviones a muy corta distancia de separación en el aire, según informa un matutino.
Datos del radar, marcaron que la separación entre el avión de Aerolíneas y el de Iberia era de menos de 300 pies, unos 91,5 metros de manera vertical y menos de de 2 nm, unos 3,7 kilómetros de manera horizontal. El comandante Guitart no pudo precisar con exactitud la distancia entre las aeronaves.
Fuente: Infobae