La jefa del Estado inauguró el Centro Cultural “Amigo Néstor”, en Ezeiza.
El calor sofocante del mediodía no impidió a la Presidenta encabezar un acto en Ezeiza para inaugurar el Centro Cultural “Amigo Néstor”, en una jornada marcada por las protestas del 8N. Cristina Fernández de Kirchner no hizo alusión directa al cacerolazo, pero habló de no aflojar en los peores momentos, que es “cuando se conoce a los verdaderos dirigentes del país”. Esa frase sonó a una clara alusión al 8N.
En un breve y enérgico discurso, resaltó en varias oportunidades y al borde de las lágrimas la gestión del fallecido ex presidente, a quien lo recordó como “El Flaco” que nunca bajó la cabeza y que los momentos difíciles más luchaba y más tiraba para adelante. Y a tono con la jornada, agregó: “No aflojar nunca, no aflojar jamás, ni en los peores momentos”. La platea aplaudió de pie a la Presidenta cuando dijo que Néstor peleó tanto que en tanta pelea se le fue la vida, pero “fue la pelea por el país”.
En varias ocasiones casi se la vio quebrarse al recodar en forma personal a su esposo con anécdotas y acciones de gestión. Hace dos meses, había recordado también entre sollozos al ex mandatario cuando visitó Villa Palito, en La Matanza.
En un palco poblado de funcionarios nacionales, Cristina defendió el modelo de gestión impulsada desde el 2003, que incluyó la recuperación de Aerolíneas Argentinas, la entrega de viviendas, el Plan Pro.Cre.Ar, la construcción de rutas y autovías, y la instalación de cloacas y agua en barrios del conurbano bonaerense. También defendió la política de sustitución de importaciones, y el pago de la deuda en dólares.
“Es bueno también que cada argentino sepa este inmenso esfuerzo que estamos haciendo con nuestras empresas, con la aplicación de otros recursos es precisamente para una mejor calidad de vida”, aseguró.
Con la estatización de la aerolínea nacional, la mandataria afirmó que se logró tener la flota de aviones más modernos de Latinoamérica, luego de recibir una empresa quebrada y sin aviones. “No saben lo importante que es para la vida de todos nosotros lograr tener diferencias entre lo que tenemos que importar para poder seguir sosteniendo el proceso de crecimiento y producción y lo que exportamos como país”, dijo. Y agregó que esos dólares genuinos “permiten afrontar los pagos de las importaciones y el pago de la deuda”.
Al recordar la figura de Néstor, Cristina dijo que “era muy duro por fuera”, pero reconoció que cuando a veces se peleaban era blando por dentro. “Él decía que uno tiene que estar fuerte, pero era todo corazón”, describió la mandataria. Además, anunció la instalación de doce empresas en el Parque Industrial Canning para sustituir importaciones; entregó viviendas, y mantuvo dos videoconferencias. Primero con Tucumán, donde se informó de una inversión de $190 millones de la empresa Arca Continental –embotelladora de Coca-Cola– para ampliar su planta en la provincia, y con más de 3.500 cooperativistas de la Argentina y del Mercosur en Tecnópolis.
La acompañaron el vicepresidente Amado Boudou; el gobernador bonaerense, Daniel Scioli; el intendente de Ezeiza, Alejandro Granados, y la diputada nacional Dulce Granados.
En el momento que comenzaba el cacerolazo, la Presidenta permanecía en la Residencia de Olivos con audiencias, donde recibió al canciller Héctor Timerman y, en segundo término, al secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini, sin que se precisaran los detalles de los encuentros. Los funcionarios de primera línea del Gobierno permanecieron en los despachos de Balcarce 50 para seguir el desarrollo de la manifestación; entre ellos, el ministro del Interior, Florencio Randazzo; el vocero presidencial, Alfredo Scoccimarro; el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, y el secretario general, Oscar Parrilli. Hoy recibirá por la mañana a intendentes bonaerenses de la segunda, cuarta, quinta y sexta secciones electorales en la Casa Rosada para anunciar obras.
Un firme compromiso con la región
Después de encabezar un acto en Ezeiza, la Presidenta se recluyó por la tarde del calor en Olivos y sorpresivamente recibió a un grupo de ministros y gobernadores argentinos y chilenos que participaron de dos encuentros en el Palacio San Martín de la cancillería.
En la Sala de Convenciones de la residencia oficial, la mandataria saludó a la gran cantidad de funcionarios que la esperaban desde hacia rato, por lo que pidió disculpas. Incluso el canciller de Chile, Alfredo Moreno, tuvo que retirase antes de que finalice el encuentro porque perdía el avión. En una situación que no estaba anunciada, Cristina tomó el micrófono y pidió a América latina y el Caribe articular políticas comunes en la región para hacer frente a los coletazos de la crisis global.
Durante la breve alocución, la mandataria llamó a colocar a la región “en un lugar que creo que va a ser más importante durante el siglo XXI” y consideró que los gobernantes deben colaborar con nuevas ideas para que la región siga creciendo “armónicamente y en paz”, sin tener que recurrir a los organismos internacionales.
Estuvieron presentes los gobernadores de Catamarca, Lucía Corpacci; del Chubut, Martín Buzzi; de Jujuy, Eduardo Fellner; de La Rioja, Beder Herrera; del Neuquén, Jorge Sapag; de Salta, Juan Manuel Urtubey; de San Juan, José Luis Gioja; de San Luis, Claudio Poggi, y de Río Negro, Alberto Weretilneck; y además el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medida; el canciller, Héctor Timerman; los ministros de Defensa, Arturo Puricelli; de Trabajo, Carlos Tomada, y de Justicia, Julio Alak, entre otros.
La Presidenta no asistirá a la Cumbre de Cádiz por recomendación médica
La presidenta Cristina Fernández no asistirá a la Cumbre Iberoamericana de Cádiz, España, a pesar de que ayer el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, hizo fuertes críticas a los fondos buitres, en un gesto de último momento al Gobierno argentino.
Desde la renacionalización de YPF, la diplomacia española –incluido el rey Juan Carlos– estuvo abocada a confirmar la presencia argentina. Pero ayer, la Unidad Médica Presidencial, en un comunicado que lleva la firma de Luis Buonomo, indicó que “en forma preventiva” se “desaconsejó” la concurrencia de la mandataria porque implicaría “alrededor de 40 horas de vuelo para una permanencia en Cádiz de sólo 36 horas, junto al padecimiento de jet lag por la diferencia horaria”.
De nada sirvió que ayer ante periodistas en Madrid, el secretario general iberoamericano declarara: “He conocido muy de cerca la acción perniciosa de estos fondos en mis largos años en el Banco Interamericano de Desarrollo. Me resulta realmente indignante e inaceptable que el sistema financiero internacional no haya logrado aún poner un límite al comportamiento de estos llamados fondos buitres que, abusando de vacíos legales o institucionales, sigue atacando a los países y sus finanzas. Es verdaderamente muy lamentable”.
En lugar de Cristina, el vicepresidente Amado Boudou será quien viaje a Cádiz para participar de la cumbre iberoamericana, el 16 y el 17 de noviembre, junto al canciller Héctor Timerman.
En cambio, la jefa del Estado sí estará presente en la reunión de la Unasur del 29 y el 30 de noviembre en Lima y en la del Mercosur del 6 y el 7 de diciembre en Brasilia.
Conocida la ausencia de la Presidenta, el gobierno español busca que no se produzca un efecto cascada con otros líderes latinoamericanos que no tienen buena relación con el conservador Partido Popular, de Mariano Rajoy.
Por Natalia Vaccarezza/mendozaopina.com