Se Trata de Norma Castaño Norma Castaño, la titular de la ONG Madres Solidarias y una de las denunciantes contra el ex jefe de la policía santafesina, Hugo Tognoli, contó ayer ante los integrantes de la Comisión de Seguridad de la Cámara de Diputados su derrotero de los últimos años en pos de desnudar la presunta connivencia de la fuerza con los narcos santafesinos. En tanto, el ex secretario de Seguridad Pública, Marcos Escajadillo, faltó a la cita por problemas de agenda que lo mantuvieron fuera de la capital provincial y los legisladores evaluaban convocarlo para una próxima ocasión.
«Nosotros (Asociación Madres Solidarias) le llevábamos datos sobre personas que traficaban drogas a Hugo Tognoli, con quien teníamos confianza y era el único con el que nos conectábamos en la Dirección de Drogas Peligrosas», confió ayer Castaño. «Pero —agregó— nos empezamos a dar cuenta que esas personas denunciadas crecían enormemente en su economía y no se abrían investigaciones federales sobre ellas. Entonces, algo estaba pasando».
Castaño reconoció que hicieron «pedidos de audiencia por escrito al ex ministro de Seguridad Leandro Corti, a Raúl Lamberto, a los gobernadores (Hermes) Binner y (Antonio) Bonfatti», pero que nunca fue recibida y escuchada.
La mujer, ex esposa de un policía que integró la Dirección de Drogas Peligrosas, se convirtió en una activista contra el narcotráfico en 2003 a raíz de la adicción de su hijo. Desde entonces ha denunciado connivencia policial con narcos aunque recién en 2011 formalizó judicialmente una presentación, tal como se lo recordó la diputada Alicia Gutiérrez. Entonces admitió que se reunió varias veces con la Comisión de Derechos y Garantías de la Cámara pero que no hizo denuncia en la Justicia porque el drama con su hijo «estaba en el peor momento».
NADA ES LO QUE PARECE : UN VIDEO LA COMPROMETE NEGOCIANDO CON UN TRANZA DE LA DROGA
Además hay un gran detalle en el video y es cuando comienza: la puerta de la casa de esa mujer está abierta.
Es el primer detalle, porque el tipo baja del auto y entra directo a la casa sabiendo este código del negocio. Es típico del narcotraficante barrial dejar la puerta abierta durante las 24 horas, especialmente en las horas nocturnas, para que el «cliente» entre sin llamar ni esperar en la puerta para no atraer la atención de los vecinos y gente entrometida. Invito a cualquiera a que pase por los barrios calientes a que cuando vea un domicilio con la puerta abierta entre.
Nadie se anima a hacerlo, menos si se sabe que allí la droga reina. Porque sus moradores están puestos (estimulados) y porque hay armas de fuego para defender de cualquier aventurero, además porque la cana no puede entrar, aun con todo abierto, sin orden del juez federal…. Cuando termina el video y la mujer entra a la casa, el detalle es que no cierra la puerta.
httpv://youtu.be/aGHFIrnsj3c