Los agricultores y empresas frutícolas de Alto del Valle de Río Negro y Neuquén, la zona de mayor cultivo del país, estiman que en 2011 registrarán pérdidas por U$S120 millones como consecuencia de la suba en los costos laborales y la mayor presión impositiva. Piden bajar retenciones.
Productores y empresas frutícolas del Alto Valle de Río Negro y Neuquén, donde la mayor producción es de peras y manzanas, están negociando con el gobierno nacional beneficios impositivos que les permitan afrontar un año 2011 que no asoma optimista.
Según el gerente General de la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI), Marcelo Loyarte, con las condiciones dadas el sector perderá, en 2011, u$s 120 millones. Esto implica que estarán vendiendo por debajo de sus costos de producción, pese a que los precios internacionales son “buenos” según indicó Loyarte.
Los relevamientos de la CAFI indican que la producción de frutas de pepita, como se las conoce, aporta a la economía de la región más de 60.000 puestos de trabajo, genera u$s 200 millones de impuestos y divisas por más de u$s 750 millones. Pero el aumento de los costos, especialmente los laborales, crecen demasiado para afrontar todos los impuestos que paga el sector, sostienen desde la cámara.
Según Loyarte, en el año 2002 alcanzaba con exportar 29 cajas de fruta (de 18 kilos cada una) para pagar el promedio del salario. En 2010, esa relación pasó a ser de 62 cajas, es decir, 113,7% más. “Difícilmente el mercado exterior convalide este crecimiento de costos”, explicó.
Pero la situación presenta una encrucijada porque, en paralelo, la necesidad de mano de obra en el sector es alta. Por cada hectárea de manzanas y peras cultivada se emplea a 67 trabajadores en forma directa contra un puesto de trabajo que lleva la hectárea agrícola granaria, según el cálculo de la CAFI.
El año pasado, el aumento promedio de los salarios alcanzó el 22%, según expresó Loyarte. Explicó que para este año desconocen cual será la pauta. Aún así, si siguen atados al ritmo de la inflación real, todo indica que la situación está lejos de cambiar el sentido en 2011.
El 40% de las peras y manzanas que se producen en la Argentina se venden en el mercado interno o se exportan a Brasil. El socio del Mercosur paga buenos precios, a diferencia de los compradores europeos cuyo poder adquisitivo sigue restringido. El 55% de la producción nacional, por su parte, se vende a Rusia.
Ante la situación, Los referentes del sector agrupados en la CAFI están presurosos y solicitan al Gobierno Nacional beneficios impositivos. “Antes de fin de año es necesario contar con algunas medidas que impidan un fuerte impacto en el empleo y la producción”, expresó Oscar Martín, presidente de la CAFI.
Los representantes frutícolas son optimistas sobre los resultados de la negociación porque llegaron a reunirse recientemente con el viceministro de Economía, Roberto Felleti. “Creemos que hay consenso en que el cuadro de situación es muy complejo”, expresó Martín. Pero las preocupaciones giran en torno de los plazos, cuando ya empieza entrar fruta de esta temporada a la fase de cosecha.
Los fruticultores piden que se reintegren impuestos directos como retenciones, por las que pagan unos u$s 23 millones.
Fuente: Cronista Comercial