Esta es la conclusión de un estudio del Banco de España sobre la dispersión salarial en el periodo 1988-2010 basado en datos de la Seguridad Social y publicado este martes en el último boletín trimestral económico del órgano supervisor.
Lo que ha pasado en España en los últimos años dista mucho de lo ocurrido en otros países: la bonanza sirvió para acortar la desigualdad salarial y la crisis la ha disparado con virulencia debido a que la destrucción de empleo se ha cebado en la parte de media de la escala salarial, mientras que en la expansión a lomos del boom inmobliario generó una enorme demanda de trabajadores jóvenes y de baja formación, que ganaron en riqueza y estrecharon la distancia respecto al empleo más cualificado. Los hombres han sufrido más fluctuaciones que las mujeres porque estas han participado muchos menos en la ascensión y caída de la fiesta del ladrillo.
Esta es la conclusión de un estudio del Banco de España sobre la dispersión salarial en el periodo 1988-2010 basado en datos de la Seguridad Social y publicado este martes en el último boletín trimestral económico del órgano supervisor. La desigualdad creció entre 1988 y 1996, disminuyó entre 1997 y 2006 y aumentó a una gran velocidad de crucero.
“Si son los trabajadores de menores salarios los que pierden su empleo en mayor proporción, la distribución tendería a estar más comprimida y, por tanto, la dispersión salarial sería menor. Sin embargo, lo que ha ocurrido en España durante la actual crisis es que la destrucción de empleo ha afectado sobre todo a la parte media de la distribución”, señala el estudio.
por El País