De Guardiola a Vilanova: Barcelona no luce como antes y sus carencias defensivas saltaron a la luz. Messi, a un gol de los 300 oficiales, sostiene a un equipo en transición.
Precaución. El texto que se encuentra a continuación refiere al mejor equipo del planeta y cualquier crítica hacia su juego puede autodestruirse a la brevedad. Ahora bien, aclaración al margen, Barcelona no está exento de la transición. El traspaso de Guardiola a Vilanova, como podía preverse, tuvo y tiene hasta el momento varios matices. Como sucede en la vida diaria, muchas veces los cambios importantes requieren un tiempo de adaptación. Este Barsa no es el de antes por más que su filosofía futbolística sea la misma. La idea primordial del cuadro blaugrana no se ha modificado pero sus intérpretes atraviesan un pasar muy distinto al nivel que el planeta está acostumbrado. Claro, de todo este prólogo, hay que excluir a Leo Messi. El crack argentino es más que nunca el alma de un equipo que, a partir de sus gritos, sustenta el espectáculo fin de semana tras otro. Pero esta total dependencia con la Pulga, puede jugarle en contra más adelante. Y ya, de hecho, lo viene padeciendo en la última línea…
El resultado puro, reflejado en la estadística seca, muestra el mejor inicio en la historia del club con siete triunfos y un empate en las ocho fechas disputadas de la Liga. Paradójicamente, en la misma cantidad de presentaciones, los Culé recibieron 11 tantos, una cifra que no pasa para nada inadvertida en un presente dubitativo de la defensa. A esta altura del torneo pasado, el índice de goles en contra apenas arrimaba a cuatro aunque, de los ocho juegos, había ganado cinco e igualado tres. Hay atenuantes: Piqué y Puyol, por distintas lesiones, estuvieron más afuera que adentro de la cancha y, encima, en el derby con el Madrid, cayó Dani Alves, que se sumó a la enfermería. Song es el improvisado central que acompaña a Mascherano en la zaga y Montoya no tiene la misma presencia que el lateral brasileño. Valdés no se destaca por su regularidad y, como si fuera poco, los laderos de Messi como Xavi, Iniesta, Busquets o Fábregas brillan por su intermitencia. ¿Es para preocuparse? Lejos está de prenderse una alarma (¡qué quedaría para resto!) pero es una realidad que la inmensidad de Lionel está maquillando varias carencias. Leo puede continuar hoy vs. Celtic con su colección de récords (está a uno de los 300 goles oficiales, con Selección). Eso sí: mientras Pep descansa, Tito está en la etapa de reestructuración.
Fuente: Olè