Fernández argumentó que el artículo 85 de la Constitución Nacional señala que el titular de la AGN «tiene que ser designado por el partido de oposición, con más miembros en ambas cámaras»
Los auditores Horacio Pernasetti (UCR) y Javier Fernández confirmaron hoy que no ocuparán la presidencia de la Auditoría General de la Nación (AGN), tras el intento de desplazamiento del radical Leandro Despouy por parte del oficialismo.
El jueves la Comisión Mixta Revisora de Cuentas del Congreso le comunicó a Despouy que su mandato se encontraba caduco desde marzo de 2010, pero el radical rechazó esta postura y aseguró que continuará en su cargo si el radicalismo brinda su apoyo.
El partido conducido por Mario Barletta ratificó su voluntad de que Despouy siga al frente del organismo de control y sumó el respaldo de distintos dirigentes de la oposición para reforzar su postura.
Ante ese escenario, el catamarqueño Pernasetti -que ocupa la vicepresidencia de la AGN- afirmó que no va «aceptar ninguna nominación» a ocupar el cargo, si Despouy pretende continuar en su gestión.
El radical calificó como «una barbaridad» la determinación que se conoció el jueves durante una reunión de la Comisión presidida por el kirchnerista Fabián Ríos y sostuvo que se trató de «un golpe institucional», en línea con el mensaje que dio la cúpula partidaria.
Asimismo, opinó que «esta es una clara maniobra para evitar el control. La Auditoría General de la Nación ha presentado informes durísimos y tenemos en marcha informes más duros todavía, que demuestran claramente la ineficiencia del gobierno nacional en la administración de los recursos públicos».
Con la negativa de Pernasetti, se barajó la posibilidad de que ocupe el cargo el auditor con mayor antigüedad, que es Fernández, pero este también resaltó que «de ninguna manera» se convertirá en presidente del organismo de control.
Fernández argumentó que el artículo 85 de la Constitución Nacional señala que el titular de la AGN «tiene que ser designado por el partido de oposición, con más miembros en ambas cámaras», con lo que el radicalismo deberá decidir qué estrategia elegirá.
«Es un problema institucional de los partidos que tienen que resolver los partidos», se desligó Fernández de la discusión sobre la validez del mandato de Despouy y se limitó a remarcar que «vamos a seguir trabajando en la Auditoría.
Sobre la versión de que podrían ser invalidados los informes firmados por Despouy desde marzo de 2010, cuando supuestamente venció su mandato, Fernández lo desestimó por completo al marcar que «el ciento por ciento de los informes son aprobados por la mayoría absoluta de los siete miembros». En ese contexto, advirtió que las auditorías correspondientes al accionar de TBA «fueron aprobadas por los siete miembros», con lo que no correría peligro su validez.
Por otra parte, Fernández recordó que el jefe del radicalismo Mario Barletta pretendió desplazar a Despouy «cuando asumió al frente» del partido, pero finalmente se consensuó la continuidad ante el rechazo de un sector de la fuerza.
El martes a las 16 el radicalismo brindará una conferencia de prensa en el Congreso para dar detalles sobre la estrategia que tomarán sobre el tema.
Fuente: www.laprensa.com.ar