En Bengasi, cientos de manifestantes atacaron un cuartel y echaron al grupo salafista Ansar Al Sharia que controlaba la ciudad. Hubo cuatro muertos. Autoridades temen el «caos».
Cientos de habitantes de Bengasi, en el este de Libia, se rebelaron contra las milicias armadas que imponen su ley en la ciudad y consiguieron desalojar de su cuartel general al principal grupo extremista Ansar al Sharia, mientras las autoridades advertían contra el «caos».
A gritos de «la sangre de los mártires no ha sido derramada en vano», los manifestantes entraron en el cuartel, que saquearon e incendiaron.
Se dirigieron luego al cuartel general de la brigada de Raf Allah al-Sahati, un grupo islamista dependiente del Ministerio de Defensa, y allí combates con armas ligeras y cohetes opusieron a ambos campos durante dos horas antes de que la brigada decidiera abandonar el lugar.
Los asaltantes entraron entonces en esa instalación militar situada en una granja de la región de Hawari, a 15 km del centro de Bengasi, y saquearon armas, municiones y material informático, constató una corresponsal de la AFP.
Los enfrentamientos dejaron al menos cuatro muertos y 40 heridos, según un recuento en base a los balances de tres hospitales de la ciudad.
Las autoridades libias advirtieron contra el «caos» e instaron a los manifestantes a diferenciar entre las brigadas «ilegítimas» y las que están bajo la autoridad del Estado.
El presidente de la Asamblea Nacional, Mohamed Al Megaryef, se congratuló por la reacción de la población contra las «brigadas carentes de legitimidad», pero pidió a los manifestantes que se retiraran inmediatamente de los lugares ocupados por brigadas del Ministerio de Defensa y citó Raf Allah Sahati, la brigada del 17 de febrero y el Escudo de Libia.
Manifestaciones «infiltradas»
El ministro de Interior, Fawzi Abdelali, acusó por su parte a personas que «se infiltraron entre los manifestantes», algunas de los servicios de seguridad, según él, y que quieren sembrar el «caos y la sedición».
Durante el día, decenas de miles de libios marcharon pacíficamente en Bengasi contra las milicias armadas, diez días después del ataque del 11 de septiembre contra el Consulado estadounidense que costó la vida al embajador Chris Stevens y a otros tres diplomáticos norteamericanos.
Antes de dirigirse al cuartel de Ansar al Sharia (los partidarios de la ley islámica, en árabe), los manifestantes habían desalojado ya a otra milicia que se instaló en un edificio de la seguridad en el centro de la ciudad.
Según varios testigos, Ansar al Sharia abandonó también el hospital Al Jala, que controlaba, bajo la presión de los manifestantes. La policía militar pudo entrar después en el edificio.
Al menos otras cuatro instalaciones públicas fueron abandonadas por las milicias al llegar los manifestantes.
El nuevo poder ha fracasado a la hora de desarmar y disolver los grupos exrebeldes que combatieron contra el régimen de Muamar Gadafi durante la revolución de 2011, a pesar de que varios han integrado los ministerios de Defensa e Interior.
Bengasi, segunda ciudad de Libia, de donde partieron en 2011 el movimiento de protesta que tumbó el régimen de Gadafi, ha sido escenario estos últimos meses de varios ataques contra intereses occidentales y asesinatos de responsables de la seguridad.
Fuente: AFP