BUENOS AIRES (DyN y NA) — Una carta aclaratoria del propietario de Techint, Paolo Rocca, hizo ayer que Cristina Fernández y el poderoso grupo empresarial conciliaran posiciones tras varios días en los que el gobierno nacional le lanzara furibundas críticas.
Durante la semana había trascendido que el influyente hombre de negocios se había quejado por los problemas de competitividad que afrontaba el holding en la colocación de sus productos siderúrgicos fuera del país.
A Rocca lo cruzaron, de inmediato, el vicepresidente Amado Boudou; el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido; y el secretario de Programación Económica, Axel Kicillof. Como cereza del postre, la jefa del Estado «lo atendió» por cadena nacional.
Ayer, después de que Cristina ratificara todos y cada uno de sus dichos por la red Twitter (ver aparte), llegaron las rectificaciones y disculpas de Rocca que despejaron el camino para el armisticio.
El empresario envió una carta para aclarar, pormenorizadamente, las palabras vertidas durante un encuentro del que, según dijo, participaron no más de quince miembros de la Academia de Ingeniería, sin presencia de invitados o periodistas.
«A pesar de que la industria argentina mantuvo tasas de crecimiento superior a las de Brasil, sus indicadores de competitividad se han ido deteriorando», dijo Rocca, en ese momento, según reconoció él mismo.
También recordó haber expresado que «la perspectiva, a largo plazo, para la industria nacional me parece muy positiva». Al finalizar, de acuerdo a la carta enviada a Cristina, aceptó preguntas de los presentes y se mostró preocupado por «la falta de coordinación en la gestión entre distintas áreas de gobierno en los últimos meses».
«Y comenté las inversiones por más de 1.100 millones de dólares que las empresas del grupo Techint están realizando en todo el país, manteniendo un compromiso a largo plazo», prosiguió.
Para finalizar su misiva a la presidenta, sostuvo que «una periodista que no logró acceder a la reunión, buscó información sobre el contenido de la discusión de uno de los participantes y lo elaboró a su manera, sin ningún contacto» con él.
«Podemos tener diferencias de opiniones, pero no hacemos operaciones políticas, y creemos en el diálogo abierto y transparente, en línea con lo que usted misma expresó en ocasión de la Conferencia Industrial del año pasado», concluyó Rocca.
Al responder, Cristina calificó como «natural que existan diferencias» de visión en cuanto a los números, solidarizándose con su interlocutor al considerar que fue víctima de «prácticas seudoperiodísticas».
Las críticas hacia el titular de Techint, según la mandataria, fueron a partir de leer una nota publicada el miércoles pasado «en el diario `Clarín’ , que no llevaba firma, por lo que hago directamente responsable a la dirección» de ese periódico.
Finalmente, Cristina se comprometió a difundir «en público» ambas cartas, porque «los más de 40 millones de argentinos merecen tener acceso a una información veraz y, sobre todas las cosas, conocer los modus operandi de cierto monopolio –este sí de carácter ilegal– que aún subsiste en nuestra querida patria».
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