Guatemala, 5 sep (PL) Los gobiernos de Colombia y Guatemala coinciden en que la guerra contra el narcotráfico impulsada por Estados Unidos, el mayor consumidor de drogas del mundo hoy, ha fallado y en consecuencia instan a encontrar nuevas opciones para combatir ese flagelo.
Los métodos actuales para neutralizar a los narcotraficantes han caducado, según afirmaciones de la canciller colombiana, María Holguín, y del presidente guatemalteco, Otto Pérez Molina.
«Colombia lo que quiere es mirar todas las distintas alternativas, teniendo en clarísimo que lo que hay definitivamente pues no ha funcionado», declaró a reporteros Holguín, quien la víspera sostuvo conversaciones oficiales en esta capital con su homólogo Harold Caballeros y el mandatario Pérez Molina.
Según manifestó Holguín a periodistas, su gobierno comparte con el presidente de Guatemala la necesidad de «hacer algo distinto y la región necesita eso para hacer cambios».
Asimismo indicó que la Organización de Estados Americanos (OEA) estudia los distintos escenarios para el combate del trasiego de narcóticos, incluido el de la despenalización, iniciativa impulsada por Pérez Molina.
El presidente guatemalteco criticó la semana pasada a la OEA por su débil compromiso en la lucha contra el narcotráfico y anunció que abordará el tema en la sede neoyorquina de la ONU este mes.
Viajaré el 26 de septiembre para consensuar estrategias y evitar que el combate al narcotráfico se quede estancando ante el débil compromiso de la OEA, fustigó el mandatario el pasado 28 de agosto.
«Los narcotraficantes pretenden hacer de Guatemala un país productor de drogas y no lo vamos a permitir. Vamos a continuar en esta lucha y por eso reiteramos la necesidad de encontrar nuevas rutas para luchar contra este flagelo», insistió Pérez Molina.
Hasta la fecha la OEA ha incumplido con el acuerdo de la VI Cumbre de las Américas, celebrada en abril último en Colombia, de hacer un estudio sobre la actual política contra el trasiego de estupefacientes y encontrar nuevas alternativas para contrarrestarlo.
También Pérez Molina ha considerado que la vía armada contra el narcotráfico, como la impulsada en México, fracasó en el mundo e instó a buscar nuevos métodos para contener su propagación.
«Seguir con estos esfuerzos como los de México nos llama a la reflexión de que tenemos que ser más creativos y encontrar nuevas formas para ser más eficientes en el combate al narcotráfico», señaló a una emisora local el 27 de agosto último.
Casi el 90 por ciento de la cocaína consumida en Estados Unidos llega a través de México y Centroamérica, revela el balance de 2011 de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, cuyos 13 miembros los elige el Consejo Económico y Social de la ONU.
Los estadounidenses consumen cada año entre 150 y 160 toneladas de cocaína, acota el citado documento.