El Gobierno ingresa en el negocio de la telefonía celular

Dejó sin efecto las licitaciones de nuevas frecuencias de la red 3G para telefonía móvil y desde ahora un 25% de las mismas quedará en manos del Estado, a través de la empresa Arsat. «Los argentinos estamos hartos de los monopolios», dijo el ministro De Vido.

El Gobierno nacional dejó hoy sin efecto las licitaciones de nuevas frecuencias de la red 3G para telefonía móvil y, de ahora en más, un 25 por ciento de las mismas quedarán en manos del Estado, a través de la empresa Arsat.
Así lo anunció hoy el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, quien aseguró que «los argentinos estamos hartos de los monopolios» y señaló que la intervención del Estado en ese negocio apunta a «equilibrar» el mercado.
La empresa Claro, propiedad del multimillonario mexicano Carlos Slim y que ya tiene fuerte presencia en el mercado argentino, era la única en condiciones de obtener la licitación, dijo De Vido, al justificar por qué se decidió dar marcha atrás con la licitación.
El funcionario explicó que las licitaciones previstas no se llevarán a cabo «por razones de oportunidad, mérito y conveniencia».
Sólo una empresa de las que se presentaron a la licitación ofrecía garantías de poder operar, por lo que había peligro de situación monopólica en caso de que se confirmaran los contratos de concesión, dijo De Vido.
En conferencia de prensa, el ministro de Planificación aseguró que la empresa estatal Argentina Satelital (Arsat) será la encargada de explotar las frecuencias que se iban a licitar.
«Vamos a definir de qué manera vamos a llevar adelante la explotación de estas frecuencias cuya rentabilidad va a quedar para todos los argentinos a través de Arsat», explicó.
Añadió que en este mercado «habrá participación de cooperativas y pymes del interior, que hasta ahora hubiera sido imposible que siquiera soñaran prestar telefonía celular, que es la parte del negocio que tiene mayor rentabilidad».
«Arsat está en perfectas condiciones de negociar con el sector privado», destacó De Vido.
A su criterio, esta decisión tiene por objetivo «aumentar la competencia entre operadores y fomentar el ingreso de nuevos prestadores» al mercado.
Sostuvo que la medida persigue evitar el monopolio en las comunicaciones móviles y, por eso, volvió a criticar la fusión entre Telefónica y Telecom.
«Fue integración monopólica. Y los argentinos estamos hartos de los monopolios», resaltó el ministro.
Por otra parte, De Vido dijo que la empresa Claro era la única «en condiciones patrimoniales» para obtener nuevas frecuencias.
Pero aclaró: «Sin embargo, otorgar la frecuencia a un solo oferente hubiese sido un proceso de concentración y los argentinos estamos hartos de los monopolios, y no queremos generar monopolios».
De Vido dijo que esta medida es la «recuperación de la soberanía del uso del éter» y también aseguró que el Estado se encuentra «en un proceso de análisis administrativo sobre la integración monopólica de Telefónica y Telecom», a pesar de que esa operación se creía terminada.
En octubre de 2010, el Gobierno aprobó el ingreso de Telefónica de España en Telecom Argentina -por intermedio de su empresa participada Telecom Italia- y cerró, o al menos eso se creía, una investigación oficial por «concentración monopólica».
Incluso, el acuerdo había sido anunciado luego de una reunión de la presidenta Cristina Kirchner con los directivos de Telefónica de España, de Telecom Italia y de sus socios locales, el Grupo Werthein.
«Logramos un acuerdo muy importante porque ambas empresas se someten a las leyes argentinas antimonopólicas con convenios transparentes que no solamente podrán ser monitoreados en los libros de aquí, sino en las actas de directorio de sus países», había dicho entonces la mandataria.
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