Para muchos, el calor que anuncia la primavera marca la hora hora de empezar a hacer cuentas. Con la mente puesta en las vacaciones, los operadores turísticos de la Costa Atlántica ya se ilusionan con un buen verano, impulsado por los controles para la adquisición de dólares y el recargo del 15% a la compras con tarjeta de crédito en el exterior. Pensando en ello, el Gobierno de la provincia de Buenos Aires aconsejó a los empresarios que no suban más de un 15% los alquileres en los destinos de la costa, para poder captar turistas.
Ignacio Crotto, secretario de Turismo bonaerense, dijo que las medidas del gobierno tendientes a controlar las divisas incentivan el movimiento interno de viajeros, pero anticipó que se tratará de que nadie aproveche ese escenario para excederse con los precios.
Casi ninguna inmobiliaria de Mar del Plata ha fijado precios de alquileres aún, y el Colegio de Martilleros de Mar del Plata difundirá a fines de este mes qué valores recomienda para los alquileres durante la temporada, según el diario «El Cronista». En Cariló y Pinamar, los inmuebles aumentaron de 15% a 20% el alquiler frente al verano pasado y, en algunos casos, la suba llega al 25%.
Los precios tuvieron ese aumento porque ya ninguna casa está en dólares y porque este año se adelantó la demanda, coincidieron en varias inmobiliarias de la costa. «Les pedimos que no ajusten más de eso, pero algunos pocos subieron 25% y hasta 30%; es a su riesgo, porque los inquilinos no están dispuestos a pagar esos importes», comentó Jorge Santamarina, presidente de la Inmobiliaria Santamarina de Cariló.
«Quizás por las trabas para veranear en Punta del Este, algunos dueños de inmuebles quieran remarcar más de la cuenta, pero esperemos que no lo hagan. La demanda no avala cualquier precio», agregó.
Justamente, para veranear en el exterior la primera consideración a tener en cuenta es la cotización del dólar. Según Cronista.com, en Uruguay y Paraguay, el precio de un dólar es mayor a $ 6.37; y en Chile y Brasil, llegan a cobrar hasta $ 8,40 por dólar.
El problema es que la demanda de dólares por parte de los argentinos se extiende a los países limitrofes, y el exceso de pesos argentinos hace que baje el precio de la moneda nacional y suba la de la divisa estadounidense, explicó Mario Romo, titular de Cambios Santiago, en Chile.
Los argentinos que se vuelcan a comprar dólares más allá de la cordillera tienen que vender los pesos a 75 pesos chilenos y luego comprar dólares a 487 chilenos, según el cierre del viernes pasado, con lo que el dólar queda a $ 6.50.
En Brasil, los pesos argentinos se cotizan poco. En algunas casas de cambio ofrecen vender 1.000 dólares por $ 8.400 (vía la compra de 2.834 reales), un tipo de cambio de $ 8,40 por dólar.
En Uruguay, el valor del dólar tiene poca diferencia con el paralelo en Argentina. En Cambio Bacacay pagan $ 6,30 por cada dólar, según dijo Javier Suárez, a cargo de la casa central. Aunque la pizarra ofrece por 3,15 pesos uruguayos cada argentino y luego, un dólar por 21,65 pesos uruguayos: un cambio de $ 6,87 argentinos. Suárez explicó que los argentinos se acercan a averiguar la cotización de la divisa esperando que esté más barato que el paralelo local, así que son pocos los que hacen operaciones.
El dólar blue (cerró a $ 6,37 el viernes) se mantuvo estable a pesar de que ese día la Administración Federal de Ingresos Públicos emitió una norma por la cual retendrá 15% a cuenta de los impuestos a la Ganancias y Bienes Personales sobre los consumos efectuados en el exterior con tarjeta de crédito. (Cronista.com)