NUEVA ORLEANS (Reuters) – Los restos del huracán Isaac trajeron el viernes fuertes lluvias y la amenaza repentina de inundaciones para el valle del Misisipi, mientras residentes de la costa del Golfo de Estados Unidos limpiaban y las instalaciones de energía se preparaban para volver a las operaciones.
Las principales perforadoras de petróleo costa afuera devolvían a su personal a sus plataformas en el Golfo, aunque se espera que pasen varios días antes que las operaciones repunten. Una refinería de Luisiana acudió a las reservas de petróleo crudo de emergencia del gobierno estadounidense para acelerar su producción.
El primer huracán que azotó Estados Unidos este año será recordado por golpear Nueva Orleans en el aniversario de Katrina, el mortal huracán del 2005, y por proporcionar una primera prueba exitosa de los nuevos controles de inundación de la ciudad, que tuvieron un costo de 14.500 millones de dólares.
«Ahora estamos completamente en la fase de limpieza y recuperación de esta tormenta», dijo el alcalde de Nueva Orleans, Mitch Landrieu.
El presidente Barack Obama, quien declaró zona de desastre en Misisipi y Luisiana el miércoles, visitará la región el lunes.
Mientras, el candidato presidencial republicano, Mitt Romney, recién llegado de la convención de su partido en Tampa, Florida, se adelantó a Obama en la visita a la inundada comunidad en Jefferson Parish, Luisiana, la tarde del viernes, junto con el gobernador Bobby Jindal.
Los demócratas se abalanzaron sobre Romney, cuyo compañero de lista Paul Ryan propuso este año eliminar el gasto de ayuda por desastres del presupuesto federal y exigir al Congreso pagar por emergencias como ayuda por los huracanes al hacer otros recortes presupuestarios.
En un comunicado, el líder de la mayoría del senado, el demócrata Harry Reid calificó la visita de Romney como «el colmo de la hipocresía».