Con refuerzos de elite mundial, Martino potenció la base que le dio buenos resultados en el último torneo. Lo que vamos a jugar en este año es muy difícil y por eso hacíamos hincapié en la llegada de jugadores de experiencia”. Gerardo Martino explica con sencillez cuál fue el plan que ideó para afrontar una temporada en la que Newell’s deberá sumar puntos para evitar el descenso. Y los deseos del Tata, en otra época utópicos, se fueron haciendo realidad a medida que pasaron los días. De a poco, la tropa empezó a sumar soldados de jerarquía, con cientos de batallas en el lomo y con energía disponible para varios combates más: tras desandar distintos caminos y sortear algunos obstáculos, Maxi Rodríguez, Ignacio Scocco y Gabriel Heinze cumplieron el sueño de regresar al club en donde se iniciaron y se sumaron al histórico capitán, Lucas Bernardi.
Todos ellos representan una muestra de poderío y categoría superior a la de muchos equipos del fútbol argentino. Y el técnico lo tiene bien en claro. “Contar con jugadores de tanta jerarquía me tranquiliza. No es lo mismo tener que recurrir a chicos de 19 años, porque a veces las situaciones los superan”, destaca el técnico de la Lepra, en clara alusión a lo que ocurrió ante San Martín de San Juan. Cuando la expulsión de Víctor López, en el primer tiempo, alteró los planes, se encontró con Heinze entre los relevos. Y ni hablar del ingreso de Scocco, que fue una bocanada de aire fresco para el equipo, con un golazo de más de 30 metros incluido. Sin embargo, el sólido presente leproso no sólo se sustenta con los nombres fuertes, porque lo que propone Martino es la continuidad de la misma idea que pregonó durante el último Clausura, entonces con un plantel mucho más corto. En efecto, una base armada que no sufrió demasiadas bajas -de los que fueron titulares sólo partió del club Hernán Pellerano-, el aporte de futbolistas que le dan un salto de calidad y la incorporación de otros a los que el técnico de Newell’s conoce y ve con potencial, como Marcos Cáceres, figura y autor de un gol contra los sanjuaninos. Todas razones suficientes para que el Tata mantenga la calma y observe con optimismo el futuro cercano del equipo. “Valoro que tengamos siete puntos de nueve en juego, pero esto recién empieza”, avisa.
Fuente: Olé