François Hollande promete una dura respuesta ante los disturbios de Amiens

(AFP) – AMIENS, Francia — El presidente francés, François Hollande, prometió este martes una dura respuesta para luchar contra la violencia ante los disturbios que devastaron la noche anterior un barrio desfavorecido en la ciudad de Amiens (norte).
Hollande prometió aplicar «todos los medios del Estado» para luchar contra la violencia, cien días después de su elección, tras una noche de enfrentamientos entre jóvenes y policías en Amiens.
Unos cien jóvenes se opusieron violentamente a las fuerzas del orden en la noche del lunes al martes en un barrio popular de esa ciudad, hiriendo a 16 policías y saqueando varios edificios públicos, entre ellos un jardín de infancia y un gimnasio.
El presidente François Hollande reaccionó rápidamente cerca del mediodía y prometió aplicar «todos los medios del Estado» para luchar contra la violencia.
«Estos hechos son inaceptables y el Gobierno hará prueba de la mayor firmeza ante los autores», dijo el primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, en un comunicado.
El ministro del Interior, Manuel Valls, que viajó a Amiens este martes por la tarde, fue abucheado a su llegada.
Según la prefectura local de la Somme, un centenar de jóvenes reunidos en el barrio de Amiens-Norte -una de las quince zonas de seguridad prioritarias del Gobierno- comenzaron el lunes por la noche «a acosar a las fuerzas del orden que vinieron a imponer la seguridad en el barrio, después de los enfrentamientos del domingo por la noche».
Los policías resultaron heridos por disparos de perdigones y de mortero de fuegos pirotécnicos y lanzamiento de proyectiles durante los enfrentamientos. Las fuerzas del orden replicaron con gases lacrimógenos y disparos de balas de caucho sin causar heridos, agregó la prefectura.
Los cerca de 150 policías presentes en el lugar no detuvieron a nadie.
El barrio de Amiens-Norte se ve afectado regularmente por incidentes, «pero nunca de esta gravedad, con tres edificios públicos en parte destruidos», indicó la prefectura. El alcalde mencionó daños calculados «en millones de euros».
Estos incidentes tienen lugar tras otros disturbios el domingo entre habitantes del barrio y la policía, que realizó un control de tráfico de un automovilista con un comportamiento peligroso. Esta intervención fue considerada excesiva por algunos vecinos, mientras la familia y los allegados de un joven de 20 años, que murió el jueves en un accidente de motocicleta, se reunieron cerca para una ceremonia de duelo. La intervención es objeto de una investigación administrativa.
Tras 100 días en el poder, François Hollande, ya confrontado a una situación económica que sigue degradándose, con una tasa de desempleo del 10%, muchos planes sociales y un crecimiento nulo, debe ahora enfrentarse a asuntos de seguridad, tema predilecto de su antecesor, el conservador Nicolas Sarkozy.
Según una encuesta de Ifop para el diario Le Figaro publicado el sábado, solo un 35% de los franceses tienen «más o menos cofianza» en François Hollande y el Gobierno para «luchar eficazmente contra la inseguridad».
El mensaje presidencial fue claro este martes, e incluso recuerda algunas reacciones al respecto de Nicolas Sarkozy, pues el jefe de Estado mencionó la exigencia de estar mucho más al tanto de los que reinciden en estas acciones.
El Gobierno también mostró firmeza en el desmantelamiento de los campamentos de gitanos, apoyado por una opinión pública que no tiene esperanzas en la eficacia de la medida, que suscita las vivas protestas de las asociaciones. Este expediente políticamente peligroso es una herencia de la presidencia de Nicolas Sarkozy, que acusó a los ‘Roms’ (gitanos) de crear disturbios en un discurso en el verano de 2010.
Según las ONG, la población gitana en Francia -unas 15.000 personas- sigue constante pese a que continúa la expulsión sistemática de personas de esta comunidad.