ALEPPO, Siria (Reuters) – Las fuerzas del presidente Bashar al-Assad usaron artillería, aviones y un helicóptero de guerra para atacar posiciones rebeldes en la mayor ciudad de Siria, dijeron testigos, en una batalla que podría determinar el desenlace de una revuelta que dura 17 meses.
Después de que la parálisis del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Siria forzó al enviado de paz Kofi Annan a renunciar la semana pasada, y con su plan de cese del fuego como un recuerdo distante, los rebeldes fueron golpeados el sábado por una ofensiva que esperaban en Aleppo y en la capital Damasco.
«Hay un helicóptero y estamos escuchando dos explosiones por minuto», afirmó un testigo de Reuters en Aleppo, el centro comercial de Siria.
Fuerzas sirias atacaron el distrito Salaheddine de Aleppo, la entrada a la ciudad de 2,5 millones de personas que se ha convertido en el frente de batalla de un conflicto cada vez más sectario que ha acabado con la vida de alrededor de 18.000 personas y que podría propagarse a países vecinos.
Un comandante rebelde local dijo que sus combatientes se estaban preparando para una «fuerte ofensiva» por fuerzas del Gobierno en la ciudad.
En Damasco, aviones bombardearon la capital mientras las tropas mantenían una ofensiva que comenzó el viernes para invadir el último bastión rebeldes ahí, afirmó en residente.
Ambas ciudades -vitales en la lucha por Siria- habían estado relativamente libres de la violencia durante el levantamiento de 17 meses, pero se desataron enfrentamientos en Damasco después de un ataque bomba del 18 de julio que acabó con la vida de cuatro miembros del círculo interno de Assad, y también se desataron en Aleppo.
El sábado, un comandante rebeldes en Aleppo dijo que esperaba un ataque del Ejército sirio «dentro de días».