Jonathan Bottinelli llegó a River después de conocer todos los traumas posibles de un San Lorenzo en días difíciles. Cambió el chip de golpe. O, al menos, eso es lo que cuenta: “Quiero salir campeón con River” . Lo siente y lo señala: pasó de las incomodidades de la Promoción al entusiasmo de pelear un título. Ayer, en la conferencia de prensa que ofreció en Ezeiza, se mostró de un modo previsible: eligió la prudencia; evitó las polémicas, ésas que en River se encienden con tanta naturalidad.
Reconstruyó sus primeros pasos por Núñez. Sobre su contacto inicial con el entrenador expresó: “ Charlé poco y nada con Almeyda el día de la práctica de fútbol con Godoy Cruz; hoy (por ayer) sólo nos saludó y nos dejó en manos del profe”. Dijo sobre las particularidades de su llegada, el acuerdo en tiempo récord de esta pretemporada llena de novelitas de mercado : “Se juntó mi representante con Daniel (Passarella) y de un día para otro cerraron las cosas. Cuando yo me encontré con el presidente ya estaba todo arreglado; cruzamos unas palabras, hablamos cosas futbolísticas y nada más”. Le preguntaron cómo había sido ese contacto fundacional con Passarella. Respondió: “No me dio consejos, siempre uno habla de las cosas que son convenientes para un jugador de esa zona. Fueron cosas puntuales; la verdad que es muy bueno hablar con alguien que marcó un puesto y es tan reconocido”. No era una bienvenida cualquiera: la brindaba uno de los marcadores centrales más emblemáticos del fútbol argentino al próximo número seis de La Banda . De todos modos, no será sencillo: Almeyda tiene en mente una zaga compuesta por Jonathan Maidana y Ramiro Funes Mori. Dicho de otro modo: deberá luchar por el puesto. O adaptarse: el técnico también sabe que puede rendir como lateral izquierdo.
-¿Cuáles fueron las primeras diferencias que observaste respecto de San Lorenzo?
-Se vio mucha más gente, más periodistas y se trabaja con una tranquilidad que no tenía en mi otro club, pero no quiero hablar…
De San Lorenzo no se fue de buen modo. El club quería renovarle el contrato para luego poder transferirlo y así pagar la deuda que la institución de Boedo mantiene con la Sampdoria, anterior dueño del pase del defensor. Nada de eso sucedió y la bronca quedó instalada con uno de los últimos referentes azulgranas , titular en el campeón de 2007.
La contratación de Bottinelli (27 años, porteño) se dio a conocer justo al día siguiente en el que Boca presentó pelea por Guillermo Burdisso, de destacada actuación en el campeón Arsenal.
Botti -como le dicen- admitió que Julio Falcioni lo había llamado, pero prefirió acordar con River. Ayer, sin embargo, eligió omitir la cuestión Boca : “No me interesa tener una polémica sobre si me llamó Boca o no para contratarme; hoy pienso en River y nada más. Me llamó Passarella y en dos días cerré todo. Por eso estoy muy feliz”. Tampoco quiso referirse a cómo imagina su primer Superclásico, ése que tendrá lugar en la duodécima fecha, en el último fin de semana de octubre.
Bottinelli cumplirá diez años en Primera en noviembre. Lo hizo debutar Rubén Insua, disputó 235 encuentros y convirtió 14 goles. Hay dos datos que también cuentan un rasgo de su juego, esa intensidad a veces en exceso: fue expulsado en 10 ocasiones y recibió 57 tarjetas amarillas.
Su relación con River tuvo un episodio entre memorable y violento: con San Lorenzo -en el histórico partido de la Copa Libertadores, en mayo de 2008, aquel del 2-2 con nueve jugadores- le dio un codazo absurdo a Radamel Falcao García. Roja, penal y gol. Ahora, llega al Monumental con otra expectativa y distinta camiseta. Dice también que está orgulloso de pertenecer a River.
Fuente: Clarín