Cinco policías fueron detenidos por torturar a dos jóvenes en una comisaría de la localidad salteña de General Güemes, luego de ser denunciados por el propio ministro de Seguridad de la provincia, Eduardo Sylvester. “Estas personas son delincuentes vestidos de policías. Se ordenó su detención porque no estamos dispuestos a tolerar este tipo de cosas”, aseveró el funcionario. “El Gobierno de la provincia -sostuvo- está convencido de que estos hombres no representan a la fuerza policial salteña”.
A los policías se los ve cuando atormentan a los detenidos mientras uno de los agentes filma con un celular las increíbles escenas. Estas imágenes fueron luego subidas a internet por los mismos integrantes de la División Drogas Peligrosas de Güemes y, según la versión oficial, en la red fueron detectadas por sus propios compañeros, quienes dieron aviso a sus superiores.
Las escenas muestran cómo dos jóvenes, presuntamente detenidos por el robo a una casa, son atormentados en el patio trasero de la seccional de la localidad ubicada a 55 kilómetros al este de la capital salteña. Uno de los policías, vestido de civil, se para frente a uno de ellos -que sólo tenía puesto un slip-, le coloca una bolsa en la cabeza mientras le pregunta por los objetos robados. “No sé nada, te lo juro Gordito”, fue la respuesta del detenido, casi al borde del llanto. El agente entonces le ajusta la bolsa como para asfixiarlo, una tortura que se conoce como “submarino seco”. Casi al borde de quedarse sin oxígeno, el joven cae y, entre sollozos, le pide que por favor lo deje de maltratar.
También se puede observar al otro detenido, arrodillado, mientras un policía le tira hacia atrás y hacia arriba para provocarle dolor, y un segundo agente le arroja agua en la cabeza.
Lo que aún no está claro es si los torturadores sabían que se los estaba filmando. En un momento, quien tiene el celular que filma va a buscar agua a una pileta y ahí se nota que el teléfono está escondido en su ropa. Algunos voceros especulan con una interna entre los policías, que decidió a uno de ellos poner al descubierto esta clase de torturas y vejámenes. Si se toma en cuenta que el detenido lo trata de “Gordito” a uno de los policías, también existe la presunción de que no es la primera vez que se tortura a los detenidos.
El ministro Sylvester aseguró ayer que se recolectó la mayor cantidad de elementos posibles sobre el hecho y que después se pidió una audiencia con el juez de turno, Pablo Farah (el mismo que investiga la muerte de Luján Peñalva y Yanina Nüesch) para hacer la denuncia penal.
Fuente: La Razón