Caruso Lombardi expresó que vio muy golpeado al presidente, tras recibirlo en la práctica luego de que le dieran el alta por su descompensación. “No me podía decir nada. Hoy no tengo interlocutor”, se quejó el entrenador.
Lo primero que hizo Carlos Abdo luego de recibir el alta médica (había sido internado el lunes por una descompensación) fue dirigirse al entrenamiento de San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro. Y allí lo esperaba con los brazos abiertos Ricardo Caruso Lombardi, con todas las intenciones de reclamarle por la falta de refuerzos, de indumentaria para trabajar y por la situación de acefalía que vive el club, tras su ausencia y la renuncia del vice Jorge Aldrey. Sin embargo, el entrenador lo vio tan golpeado que decidió bajar un poco el tono, inclusive con un dejo de lástima: “Abdo es un pollo mojado”.
“Lo vi y no me podía decir nada. Vino, hablamos cinco minutos de nada y se fue. Hoy no tengo interlocutor en San Lorenzo. Mi interlocutor es cualquiera y no es nadie”, se quejó igualmente Caruso Lombardi, ante la falta de respuestas del presidente, que le pidió que juntara a los referentes del plantel para hablar y tratar de calmar los ánimos. “Acá no se sabe nada de lo que va a pasar. Nunca viví una historia así en ningún club. Ni siquiera en Estudiantes de Buenos Aires, que teníamos que salir a correr por la calle, era tanto lío”, continuó contando sus penas Caruso, que tuvo un entredicho con Abdo. Al empresario no le gustó cómo se viene expresando el técnico. Pregunta: ¿nunca supo que es un exagerado declarante? “Con lo que tengo no puedo jugar ni un intercountries”, siguió el DT. Sí, comenzó a probar jugadores provenientes del ascenso. Y a rezar para que Marcelo Tinelli consiga cerrar la contratación de Franco Jara y Denis Stracqualursi, con quienes ya comenzó a negociar.
La dirigencia decidió postergar para el 27 la Asamblea de socios. Allí se confirmarán las renuncias y se presentarán las probables listas para las anticipadas elecciones.
Fuente: La Razón