BCRA avanza con regulación a remesadoras de dinero

El Banco Central (BCRA) trabaja en un marco regulatorio para las casas de envío de remesas al exterior, para las cámaras compensadoras o casas de clearing -que controlan los sistemas de pagos como Rapi Pago o Pago Fácil y las transportadoras de caudales, para evitar abusos en el cobro de tasas y comisiones.

«Estamos terminando de elaborar la reglamentación de las remesadoras, para evitar potenciales abusos que se concretan con envíos al exterior y para atender las denuncias acerca de que estas firmas estarían intermediando operaciones de cambio (es decir, comprando y vendiendo divisas) para ganar con la diferencia», indicaron fuentes del Central al diario Página/12.

El proyecto busca regular esa actividad y dejaría abierta la posibilidad de que, a través de la Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias, el Banco Central extienda sus controles a nuevas actividades que tengan efectos -directa o indirectamente- sobre el sistema financiero.

Antes de que se reformara la Carta Orgánica del Central en marzo último, la actividad de las remesadoras estaba en una zona gris. Y si bien en los últimos años la Unidad de Información Financiera (UIF) reforzó los controles sobre esa actividad, fue sólo con el objetivo de cumplir con las normas internacionales contra el lavado de activos y financiación del terrorismo.

Con documento extranjero se permite enviar al país de nacimiento hasta el equivalente a 1.300 pesos por persona por mes. Pero a partir de las nuevas trabas a la compra de dólares, comenzaron a registrarse entre diez y quince extranjeros que enviaban a un mismo destinatario el monto máximo. Ese dinero volvería al país para ser vendido en el mercado informal.

Antes de que se empezaran a implementar las trabas a la compra de dólares, el costo para la transferencia a países de la región era de entre 5 dólares hasta un 5 por ciento del monto. Y el tope para enviar era el equivalente a 7.500 dólares.

Luego, los costos del servicio treparon hasta entre 40 y 50 por ciento del monto a girar. Al mismo tiempo, se limitaron los montos de envío de remesas y se eliminaron las transferencias a otros destinos que no sean países sudamericanos. Los costos del servicio en países de la región no superan el 15 por ciento del envío.

Mientras se elabora el marco regulatorio, el Central aclaró que los extranjeros que quieran enviar remesas a sus familias «la norma cambiaria permite el libre acceso al mercado local de cambios de residentes para la transferencia al exterior de fondos en concepto de ayuda familiar», según la comunicación «A» 5318. Esas operaciones no requieren validación de la AFIP ni que se realicen con débito a una cuenta bancaria del cliente.

Fuente: Nosis