El líder de la izquierda mexicana Andrés Manuel López Obrador insistió ayer en rechazar los resultados de las últimas elecciones y confirmó que pedirá la invalidez de la votación porque, según dijo, no permitirá“que la corrupción domine por entero la vida nacional”.
Al cierre de esta edición, López Obrador dijo que el sesgo que significó la compra de votos no permite dar certeza a ningún resultado ni al proceso electoral en su conjunto.
La coalición que apoyó su candidatura, Movimiento Progresista, había anunciado que pedirá la invalidez de los comicios, aduciendo encuestas amañadas, rebase de gastos y coacción del voto.
“Estamos promoviendo la invalidez por violación a principios constitucionales. Se violaron los principios de certeza, de imparcialidad, de equidad, de objetividad y de profesionalismo”, afirmó Ricardo Monreal, coordinador de campaña de López Obrador.
El candidato de la izquierda tenía hasta la medianoche de ayer para entregar el expediente con pruebas detalladas al Tribunal, que cuenta con dos meses para examinar los reclamos, antes de la proclamación del presidente, prevista para el 6 de septiembre.
El proceso jurídico se anticipa reñido, pues el candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, anunció que defenderá la limpieza de su victoria.
Argumentos
Monreal anticipó que el principal argumento para pedir que se invalide la elección es la violación del artículo 41 de la Constitución, que establece que los comicios deben efectuarse en condiciones de equidad, y citó el precedente de la anulación en diciembre de la elección del alcalde de Morelia.
López Obrador opta entonces por la vía legal, en contraste al 2006, cuando al perder por 0.56 por ciento contra Felipe Calderón, lanzó a las calles a sus seguidores, que bloquearon el centro de la capital, y se proclamó“presidente legítimo”.
López Obrador, perdió la elección por 3.3 millones de votos frente a Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
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