La marcha de la fe por el volante sigue firme. Las ilusiones son mayores y el optimismo va creciendo. Y en esta carrera las versiones son intensas, cargadas de un poco de veracidad y de ansiedad.
La marcha de la fe por Maximiliano Rodríguez sigue firme. Las ilusiones son mayores y el optimismo va creciendo. Y en esta carrera las versiones son intensas, cargadas de un poco de veracidad y de ansiedad. Pero cuando se consulta en Newell’s sobre el arribo de la Fiera al Parque de la Independencia la respuesta es concisa, pero clara a la vez. «No hay nada oficial», le dijo el secretario Pablo Morosano a Ovación. Lo que sí pudo averiguar este diario al cierre de esta edición es que esta semana no viajaría y posiblemente la próxima el sueño leproso se haría realidad.
En la ciudad de la fe los creyentes concurren a diario a la Basílica de Luján para agradecer y, sobre todo, pedir. Para sí mismos y por otros. Los enfermos de fútbol para que en el club de sus amores se produzca el milagro. Y la súplica por estos lares de los que llevan en la sangre el rojo y negro es una: la vuelta de Maxi Rodríguez.
Lo cierto es que la voluntad del jugador sigue siendo la misma de siempre, la que tiene desde hace años pero que ahora podría concretarse. Poder rescindir el contrato que lo liga a Liverpool hasta junio de 2013 para después subirse a un avión que lo deposite directamente en el Coloso Marcelo Bielsa. «Las gestiones están muy bien encaminadas y hay grandes posibilidades de que pueda lograr su salida de la entidad inglesa. Pero hasta ahora eso no se logró. Faltan algunas cosas por resolver. Mañana (por hoy) habrá otra reunión clave», le confiaron a este medio diversas fuentes consultadas y que están al tanto de las negociaciones que se están llevando a cabo en Inglaterra.
La información que llegó desde el club propietario del pase del jugador indica que «hoy (ayer) estuvo entrenando y todo va bien, aunque por el momento no se desvinculó».
Sin dudas que juega a favor el firme deseo de la Fiera de retornar al país, estar cerca de sus familiares y después ponerse la camiseta rojinegra número 11 que hace rato está guardada en la utilería del club y que archivó tiempo atrás el utilero Pancho Aquilano a pedido del propio Maxi. Si logra salir de Inglaterra sin dudas que recalará en Newell’s, donde tiene el contrato acordado de palabra y hasta escrito en un borrador. No será otra entidad, más allá de que también hay un interés de River y de otros clubes de Europa.
Paciencia es lo que se necesita en estos casos y es lo que se pide, sobre todo en una negociación intensa y complicada. Y donde hay miles de euros en juego en el medio, un detalle para nada menor.
Maxi es y seguirá siendo «el» jugador a contratar para jerarquizar el plantel del Tata en la dura patriada (pero no imposible) que tendrá a partir de agosto. De concretarse sacudirá el fútbol argentino y las súplicas habrán surtido efecto. Hoy los hinchas, dirigentes y cuerpo técnico están a pleno con la canción de Charly García «Rezo por vos» y esperan que una frase de la misma se haga realidad: «Ya se hizo de noche y ahora estoy aquí».
Fuente: La Capital