Ahora, en Moreno: asesinaron a puñaladas a un adolescente para robarle un celular

La víctima tenía 18 años. Le acertaron dos puntazos en el corazón. Y huyeron sin llevarse nada. Actuaron bajo la modalidad «piraña». Serían menores. Los vecinos salieron a pedir justicia

Este 9 de julio fue muy distinto a cualquier otro en Moreno, donde cientos de vecinos se volcaron a la calle a pedir algo que ya han pedido tantos otros y -por lo visto- otros muchos más seguirán pidiendo: seguridad. Es que el domingo a la tarde una bandita de pibes supuestamente menores mató de dos puntazos al corazón a otro chico de 18 años, presuntamente para quitarle un celular que ni siquiera se llevaron. Por el caso no hay detenidos, aunque sí testigos que no tuvieron miedo de hablar, y la Policía busca cámaras domiciliarias que los ayuden a identificar a los responsables, ya que en la calle donde ocurrió el asesinato no hay ninguna.
La nueva víctima de esta imparable ola de crímenes en asaltos se llama Nicolás Matías Castillo, y mientras la familia inhumaba sus restos en una cochería de Primera Junta 177, los amigos y vecinos se concentraron en la escuela de Paso del Rey donde el chico cursó buena parte de sus estudios y fueron luego a la comisaría (en Alcorta 259). Llevaron carteles en los que escribieron “Hoy todos somos Nicolás”, entre otras cosas. Cuando bajó el sol, a las 7 de la tarde, hubo otra movilización a la municipalidad que conduce el kirchnerista Mariano West. Los que se sumaron de manera espontánea prometieron que habrá más.
Todo pasó entre las 18 y las 18.30 del domingo, cuando Nicolás, de 18 años, esperaba el colectivo 34 para ir a la casa de un amigo en Paso del Rey. Estaba en Estanislao Zeballos e Hipólito Yrigoyen, a una cuadra de las vías y a cuatro de la estación de trenes del partido de Moreno, momento en que se le acercaron cuatro jóvenes en un ataque “tipo piraña”, para sacarle el celular.
“Salen a modo de pirañas: se te tiran encima y te roban todo. Y después salen corriendo, desparramándose. Está lleno de chicos que se la pasan aspirando (pegamento y estupefacientes) y cada vez hay más robos, a cualquier hora”, afirmó una vecina. Bomberos del cuartel ubicado a sólo dos cuadras del sitio del ataque corrieron hasta allí apenas se enteraron del hecho, pero no pudieron reanimar al adolescente.
“Un compañero de trabajo, bombero, me contó que llegaron y el chico estaba boca abajo. Cuando lo dieron vuelta, tenía una herida a la altura de la tetilla y no aguantó hasta que llegaran los médicos. Decía: Me robaron, me robaron”, añadió la vecina. Los ladrones no le sustrajeron nada: en poder de la víctima se encontraron su billetera, dinero y documentos. Apretado en el puño cerrado, el celular.
Otro hombre, ahora testigo clave del caso, dijo a la Policía: “Al principio pensé que jugaban, hasta que vi que el chico se cayó”. El vio a los ladrones escapando a pie y, junto a un vecino, los persiguió hasta “el otro lado de las vías”, donde uno de ellos dio vuelta su campera para que fuera de otro color. También los habría seguido un automovilista que ahora es intensamente buscado para que ayude a la investigación.
La fiscal de Moreno Luisa Pontecorvo encabeza la instrucción que quedó radicada en la comisaría Primera de Moreno, caratulada “homicidio en ocasión de robo”.
Se realizaron diligencias para obtener imágenes de las cámaras de seguridad que funcionan en los alrededores (como ya se dijo, en el lugar del hecho no hay ninguna) y se informó que los policías relevaban “casa por casa en busca de filmaciones que hubieran registrado el ataque, o la fuga de los responsables”.
Mientras tanto, los vecinos se organizaron para pedir justicia por el joven para que el caso no quede en la impunidad. Fue a las 13, en el colegio San Juan Bautista, de Paso del Rey, en el que la víctima cursó buena parte de sus estudios. La misma reacción tuvieron, hace nueve días, los habitantes de Cañuelas, y el domingo los de Quilmes y ayer los de Monte Grande (ver página 5 de cuerpo). Todos piden “que este caso sea el último”. Pero siempre hay otro.

Matías se desangraba y quisieron sacarle las zapatillas

Nicolás Matías Castillo tenía 18 años, un hermano menor, una pasión indeclinable por San Lorenzo, amigos, familia, en fin, una historia. No está claro si fueron dos, tres o cuatro quienes lo rodearon para pedirle lo que tuviera, aunque los investigadores aseguran que fueron dos los que le acertaron un par de puñaladas en el corazón. Estos tendrían entre 15 y 17 años y, según la descripción de los testigos, uno sería “extremadamente bajo y delgado”. Esas mismas declaraciones dieron cuenta de que con Matías ya caído sobre su sangre los agresores intentaron, sin lograrlo, despojarlo de sus zapatillas. Pese a todo lo anterior, algunos jefes policiales sugirieron que “se investigan otras hipótesis”, más allá de la del robo, como la de una “pelea entre jóvenes que se conocían”. Tampoco faltó quien hiciera foco en que la víctima “probablemente se negó a entregar el celular”.
Héctor es uno de los vecinos que presenciaron el ataque cuando ya estaba terminando, aunque en un principio creyó que “estaban jugando de manos”. Ayer contó a la prensa que los criminales actuaron de manera “muy impune” y que, tras herir mortalmente a la víctima, uno de ellos, “el más petiso”, intentó “sacarle las zapatillas”.
“No sé qué quisieron hacer, el celular lo tenía agarradito en la mano, no le sacaron nada”, añadió el hombre, quien agregó que -al igual que una vecina- permaneció junto a Matías mientras convulsionaba y perdía sangre en la calle, ya que la Policía y la ambulancia “tardaron 15 o 20 minutos” en llegar.
Al ser consultado por los atacantes del joven, Héctor dijo que él vio a dos, que tendrían “entre 15 y 17 o18 años, y que no daban la impresión de haber estado drogados”.
Los investigadores pidieron la colaboración de otros testigos que aporten datos sobre la fisonomía de los autores, ya que el crimen ocurrió en una zona transitada y de movimiento comercial.

“Ningún derecho sirve si no tenemos el derecho a la vida”

Los restos de Nicolás Matías Castillo (foto) fueron inhumados a las 16.30 en el Cementerio Municipal de Moreno.
Casi a la misma hora, la asociación Madres del Dolor salió a pedir justicia por su homicidio y a pedirle “públicamente perdón”.
“Hoy es el día de la patria. ¿Qué derechos tenemos los que nacemos en este suelo? Muchos. El derecho a la educación, a la salud, a la libertad de expresión… Pero ninguno de ellos sirve si no tenemos el derecho a la vida”, dijeron en un comunicado que firma Viviam Perrone. Tras sostener que “los ciudadanos comunes seguimos en desventaja en nuestros reclamos” y plantear cuestionamientos a ciertos jueces, la agrupación aseguró: “Por eso, te pedimos perdón, Nicolás”.
“Hace dos días dijimos que un caso tapa a otro. Perdón porque hoy vos, que ya no estás, pasás a ser quien tapa a otro dolor. Perdón porque nadie nos dio respuesta. Perdón porque quienes deben producir un cambio no sienten lo que sentimos los que en el día de la patria realmente hacemos patria”, se añadió.

“Que encuentren a esos malandras”

El abuelo de Nicolás Castillo encabezó la marcha que a las 19 llegó hasta la puerta de la municipalidad de Moreno. Con la voz entrecortada, el hombre contó que fue recibido por el intendente Mariano West, y que otro grupo de familiares se reunió con autoridades policiales en la Jefatura Departamental Moreno.
“¡Quiero que encuentren a esos malandras que mataron a mi nieto tan salvajemente! ¡No puede ser! ¡No puede ser!”, exclamó la abuela de la víctima.
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