WASHINGTON (Reuters) – El presidente estadounidense, Barack Obama, acusó a su rival republicano Mitt Romney de doblegarse ante los conservadores con su cambio de postura en torno a una cláusula de la reforma de la salud que requiere que todos los norteamericanos obtengan un seguro médico.
Obama dijo que Romney defendió el «mandato individual» cuando la respaldó como parte de una reforma de salud en Massachusetts que impulsó cuando era gobernador de ese estado, pero que alteró su postura sobre la ley nacional de reforma de salud después de recibir críticas de los republicanos.
«El hecho de que un grupo de republicanos en Washington repentinamente diga que (la ley) es un impuesto (cuando) por seis años él (Romney) dijo que no lo era, y ahora de repente revierte (su posición)», dijo Obama a la cadena de televisión WLWT en Cincinnati en una entrevista difundida el viernes.
«Y así, la pregunta pasa a ser ¿está haciendo eso por política?, ¿está abandonando un principio por el que luchó durante seis años simplemente porque ha sido presionado por dos días?», dijo Obama.
La entrevista, realizada el jueves, fue una de las seis que Obama ofreció a las estaciones de televisión local durante una gira a bordo de un bus de campaña por Ohio y Pennsilvania, estados que serán vitales en los resultados de la elección del 6 de noviembre.
El mandato individual, que exige que todos los estadounidenses tengan un seguro de salud o por el contrario paguen una multa, fue declarada constitucional la semana pasada por la Corte Suprema de Estados Unidos.
La decisión le entregó a Obama una importante victoria política al preservar la piedra angular de su reforma de salud, aunque los republicanos han atacado la medida al referir que se trata de un alza de impuestos.
Eric Fehrnstrom, asesor de Romney, dijo el lunes que el candidato a la presidencia considera que la ley de salud de Obama implica una «penalidad».
Fehrnstrom dijo que la tarifa impuesta a aquellos que no tengan cobertura médica bajo el plan de salud de Romney en Massachusetts era considerada una penalidad, no un impuesto, declaraciones que pusieron en conflicto a Romney frente a las perspectivas de otros republicanos.